En respuesta al aumento constante de los precios de los combustibles, el sector de conductores de plataformas ha decidido explorar una solución más económica y sostenible: la adopción de vehículos eléctricos. Esta estrategia, anunciada por Basilio Duarte, presidente de la Asociación de Conductores de Plataformas, busca reducir los elevados costos operativos asociados con los autos a combustión interna.

Actualmente, los conductores destinan alrededor de G. 200.000 diarios en combustible, una cifra significativa que impacta sus ingresos. Duarte explicó que, con vehículos eléctricos que ofrecen una autonomía de hasta 400 kilómetros, el costo de una carga completa sería apenas de G. 15.000. Esto representa un ahorro considerable y una ventaja competitiva en un mercado cada vez más afectado por la volatilidad de los precios del petróleo.

“Los que estamos agremiados estamos con un proyecto a corto plazo, de que en unos 3 meses estaría llegando ya una flota importante de vehículos eléctricos que nosotros gestionamos con una empresa local, de unos 200 autos para conductores de plataforma, para paliar un poco el problema de rentabilidad”, expresó Duarte. 

Esta iniciativa busca no solo mitigar el impacto económico, sino también reducir la dependencia del sector de las fluctuaciones en los precios de los combustibles y la cotización del crudo.

El proyecto, desarrollado en colaboración con una empresa importadora local y un dealer de China, permitirá la importación de una flota inicial de 200 vehículos eléctricos. Esta transición es vista como una solución a largo plazo que puede amortizarse rápidamente gracias a los ahorros en combustible. 

En este sentido, Juan Esteban Domaniczky Lanik, Coordinador del Centro de Innovación en Tecnologías Energéticas (CITE) del Parque Tecnológico Itaipú, comentó a Surtidores Latam que un conductor que recorre entre 250 y 300 kilómetros por día podría recuperar el costo de un vehículo eléctrico en aproximadamente dos años. Este ahorro, señaló, es especialmente relevante para quienes tienen un uso intensivo de sus vehículos.

Además, el mismo destacó que la mayoría de los automóviles de este estilo, tienen una autonomía de entre 150 y 300 kilómetros, suficiente para cubrir las necesidades diarias de la mayoría de los usuarios urbanos.

En cuanto a la infraestructura, el especialista subrayó la importancia de que las futuras Estaciones de Servicio incluyan cargadores rápidos de al menos 50 kilovatios. Esto no solo garantizaría la confianza del consumidor en la nueva tecnología. “Así como tienen normas de seguridad contra incendios, las expendedoras deben ofrecer la posibilidad de suplir la demanda eléctrica”, concluyó.