La escasez de combustibles en Bolivia no es solo un problema de logística interna. En un contexto de presión económica y crisis de divisas, el país depende cada vez más de la cooperación de sus vecinos para asegurar el suministro diario de diésel y gasolina.
Desde la empresa confirmaron que están importando gasolina y diésel desde otros países vecinos, como Paraguay, Argentina, Perú y Chile.
Durante las últimas horas se produjo la llegada de seis buques con más de 175 mil metros cúbicos de carburantes.
El gobierno lucha por conseguir dólares para importar diésel y gasolina, mientras el país depende del gas argentino para sostenerse.
El comercio de hidrocarburos entre los países vecinos ha tomado una gran importancia.
Las Estaciones de Servicio se han convertido en el epicentro de una crisis de abastecimiento de combustibles que afecta al país en su conjunto.
Estiman que se generan pérdidas anuales de aproximadamente 600 millones de dólares.
Las alternativas energéticas están desempeñando un papel importante en la descarbonización de la región, al impulsar un traspaso hacia fuentes más sostenibles.
Aseguran que esta situación revela las fallas en su modelo económico basado en subsidios.
En las próximas horas llegarán al país 450 con diésel y 290 con gasolina.
En el vecino país militares controlan las Estaciones de Servicio en la zona fronteriza para evitar el desvío de combustibles.
Tendrán 90 días para adecuarse a la normativa.
En las últimas horas, en la zona de frontera del vecino país se incautaron tres vehículos que transportaban 25.000 litros de combustible.
“Actualmente en nuestro país, las Estaciones de Servicio se rigen por las normativas y resoluciones de la URSEA”, expresó Daniel Añón.
La marca de lubricantes busca desarrollarse en el país con estrategias basadas en la capacitación y fidelización del producto.
