En el día de ayer, se llevó a cabo una reunión entre representantes de la Cámara Paraguaya de Biocombustibles y Energías Renovables (BIOCAP) y el rectorado de la Universidad Nacional de Asunción, en la cual se delinearon importantes estrategias para impulsar el desarrollo educativo y profesional en el campo de los biocombustibles en Paraguay.

El encuentro contó con la participación destacada de Francisco Jauregui, director de Cremer y vicepresidente de BIOCAP, la rectora, Zully Verá de Molinas y su equipo, quienes diagramaron en conjunto un acuerdo de cooperación, para desarrollar un programa de capacitación técnica en energías renovables e inserción laboral.

Jauregui en conversación con Surtidores Latam destacó la importancia de establecer un marco institucional que integre tanto al sector público como al privado para la operatividad efectiva de estos proyectos. 

El mismo, enfatizó en la necesidad de incorporar la formación académica y profesional en el currículo de la Universidad Nacional de Asunción, proponiendo la inclusión de una diplomatura en producción de biocombustibles. Esta medida apunta a preparar a los futuros profesionales con las habilidades específicas necesarias para contribuir al desarrollo del sector de biocombustibles en el país.

«Es fundamental que nuestro país cuente con profesionales formados, capacitados para producir biodiesel, en el marco de nuestra universidad», afirmó Jauregui, subrayando la importancia de alinear la educación superior con las necesidades y objetivos del país, en línea con la visión del presidente Santiago Peña de convertir a Paraguay en un hub regional de biocombustibles.

Además, se presentó un programa integral de capacitación e inserción laboral, dirigido desde los colegios técnicos de las universidades específicas como la Universidad de Ingeniería y la Universidad Química. 

Este plan incluirá pasantías prácticas profesionales para los estudiantes en curso, con la posibilidad de una integración directa en las empresas del sector. Este enfoque busca no solo brindar oportunidades de formación práctica, sino también contribuir a la generación de empleo, en línea con la meta del gobierno de generar 500.000 empleos en el país.

Si bien estos esfuerzos representan solo un primer paso, son un testimonio del compromiso conjunto entre el sector privado y la academia para impulsar el desarrollo sostenible en Paraguay.