“La utilización del combustible fósil llega a un 40 por ciento, comparada con el mundo, 82 por ciento; Latinoamérica y el Caribe, 86 por ciento; Argentina, 88 por ciento; Brasil, 60 por ciento, y Noruega, nación con la energía más limpia del planeta, 50 por ciento” afirmó el principal disertante en el evento, Alejandro Stipanicic, quien además adelantó en relación a la refinería de La Teja, que podría transformarse en biorrefinería para producir biogasoil y bioturbocombustibles.

MIGRACIÓN HACIA COMBUSTIBLES SINTÉTICOS

Con respecto a las energías alternativas, dijo que la empresa espera “captar la oportunidad para desarrollar combustibles alternativos en aceites vegetales hidrogenados, tanto en el complejo agroindustrial de ALUR como en la refinería de La Teja; migrar hacia combustibles sintéticos y, por último, posicionarse como actor mundial para la producción de hidrógeno verde a partir de granjas eólicas en el mar”. Precisamente en materia de producción de hidrógeno, Stipanicic sostuvo que “hay empresas internacionales muy interesadas en invertir en Uruguay, tanto por el modelo atractivo que brinda como por la diversidad de producción”.

En la oportunidad, destacó el papel que jugará la planta que se ubicará en el litoral del país, denominada e-Paysandú, para generar hidrógeno verde a fin de elaborar gasolina sintética, al tiempo que manifestó que la estrategia “debe incluir una oferta equilibrada de energía y que el mundo debe originar nuevas para sustituir, de forma paulatina y ordenada, las anteriores”.

EXPORTAR SOL Y VIENTO

En otra parte de su intervención, aportó un dato económico muy interesante, revelando que desde que comenzó a aplicarse la metodología de la paridad de precios de importación (PPI) para fijar los costos de los combustibles, “el resultado económico acumulado desde 2021 hasta el primer trimestre de 2023 fue de 324 millones de dólares” y acotó que, por fijarlos por debajo de la PPI, “la empresa dejó de cobrar 418 millones”.

Stipanicic informó que la visión empresarial del ente energético es dejar de importar combustibles y energía fósil para “exportar el sol y el viento de Uruguay”.

“El rol de la compañía en la transición será actuar como agente del gobierno para atraer grandes inversiones para el país” concluyó el funcionario.