Desde el gobierno paraguayo transmitieron recientemente que el cobro del ISC volvería a los precios de febrero del 2022 para las naftas y que la reducción del diésel pasaría a ser de G.125.

En base a esto el viceministro de Tributación, Óscar Orué expresó que el regreso de dicho arancel no debería incidir en el costo de los carburantes para el consumidor final, aunque indicó por otro lado, que los emblemas son libres de establecer las tarifas que consideren necesarias. 

Por otra parte, Jorge Cáceres, gerente de Copetrol declaró a Surtidores Latam que la medida fue tomada por el Poder Ejecutivo en su momento, reduciendo el impuesto selectivo de los hidrocarburos con el fin de “contener los precios”, aunque ahora se llevó a cabo la decisión de volver a los valores normales y este es un monto significativo.

El mismo dió a entender que dicho tributo se calcula sobre el porcentaje del costo de comercialización, los cuales subieron recientemente, entonces “es un número que va a impactar”, relató. 

“Nosotros estamos haciendo nuestros propios cálculos sobre cuál va a ser la incidencia”, señaló Cáceres. 

A su vez, Orué dió a entender a los medios nacionales que los precios internacionales están en descenso por lo cual no se justifica un aumento, aún con la normalización del ISC. Sin embargo, se hizo a un costado y remarcó que los valores no se pueden fijar en un libre mercado. 

Sumado a esto, Petropar anunció un aumento de G. 300 por litro en su diésel común, por lo que se estipula que el sector privado también incrementará el costo de los hidrocarburos. 

“Los emblemas basan sus precios en los costos a los que adquirieron el combustible, indicando que los lotes actuales fueron comprados por los distribuidores con la reducción del impuesto vigente”, finalizó Orué justificando su postura.