El ministro de Hacienda de Paraguay, Carlos Fernández Valdovinos, declaró en el día de ayer, que “las condiciones están dadas para que el precio del combustible en el país baje”. El mismo, instó al presidente de Petropar, Eddie Jara, a tomar la decisión de reducir los costos de algunos productos.
Fernández Valdovinos señaló que Jara, estaría esperando la llegada de un cargamento de combustible a mejor precio para materializar la rebaja, ya que Petropar aún mantiene existencias de combustible adquiridas a un costo más elevado. «Eddie sabe y seguramente se sentirá un poquito presionado», comentó el ministro, sugiriendo que la decisión es inminente.
Ante esto, la situación de Petropar como regulador de precios en el mercado de combustibles sigue generando controversias. Mientras el sector privado cuestiona el rol que la petrolera estatal desempeña en la fijación de precios, una de las principales críticas es el desfasaje que se genera cuando los costos internacionales del petróleo bajan, pero el valor de venta al consumidor se mantiene elevado.
Varios actores del sector ya han expresado en diferentes oportunidades a Surtidores Latam su preocupación respecto a la gestión de la estatal, especialmente en lo que refiere a la obligación impuesta por el gobierno a todas las empresas de utilizar tanques de almacenamiento de 16.000 metros cúbicos, una medida que consideran injusta.
Al respecto, el experto en economía, Stan Canova expresó a este medio que “la falta de información y supervisión sobre estas regulaciones agrava el panorama, afectando la transparencia y equidad en el mercado”.
Actualmente, Petropar comercializa el diésel de menor calidad a G. 7.440 por litro, mientras que el de mejor calidad alcanza los G. 9.040. Las naftas se ofrecen a precios que varían entre G. 6.430 y G. 8.280 por litro, dependiendo la calidad. Se espera que cualquier modificación en las tarifas afecte especialmente al gasoil, en sus dos versiones.
Cabe destacar que el mercado de combustibles en Paraguay ha sido históricamente sensible a las fluctuaciones internacionales del petróleo, y las críticas han sido recurrentes sobre cómo esas variaciones se trasladan al consumidor final. En particular, se destaca que cuando el crudo aumenta, los ajustes se aplican de manera casi inmediata, pero cuando sucede una baja, el impacto positivo tarda más en reflejarse en las Estaciones de Servicio.
Este conflicto con las empresas del rubro amenaza con intensificarse si el gobierno sigue adelante con políticas que, según los críticos, favorecen a Petropar en detrimento de la competencia.
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