Luego de una licitación a la que RIOGAS – una de las cuatro empresas vinculadas al supergás en Uruguay-  no se presentó, acusando a DUCSA de haber incluido cláusulas “inusuales, improcedentes e inconvenientes”,  se puso en práctica ayer el nuevo sistema de envasado, a través del que MEGAL (ganadora de la licitación) tendrá la responsabilidad de la recarga del 70 por ciento de los envases de DUCSA, en su propia planta.

Actualmente las garrafas de ANCAP, ostentan un 19 por ciento del mercado del supergás en el país, según indicaron fuentes de la empresa a Surtidores.

GANA URUGUAY

Rossana Buchelli, CEO de MEGAL, dijo a Surtidores estar orgullosa de que ANCAP haya confiado en la empresa para el envasado de sus garrafas. “Creo que todos estos cambios, fruto de un proceso de transparencia, promueven la competencia en el mercado”, sostuvo.

Se mostró contenta con este cambio “en el que ha ganado el estado uruguayo a través de su compañía petrolera estatal, pagando precios por el envasado sensiblemente menores. Si gana ANCAP, ganamos todos los uruguayos” sentenció Buchelli.

Con respecto a los datos de este primer día, la ejecutiva expresó que se envasaron unas 3.700 garrafas de 13kg y 80 de 45kg, totalizando una carga de aproximada de 52.000 kilos del producto.

Buchelli manifestó que en promedio la empresa que dirige “espera envasar unas 3.550 garrafas en épocas de baja demanda, mientras que en el invierno se llegará al número de  5.000 recargas diarias”.

CUESTIONAMIENTOS DE RIOGAS

Por su parte la empresa RIOGAS, en respuesta a la Consulta Pública N° 57 “Aportes y contribuciones acerca de la regulación sobre aspectos del mercado de GLP” cuestionó el artículo 24bis.

Para RIOGAS “la regulación debería establecer un criterio objetivo y un protocolo de envasado para asignar las cargas a los diferentes Distribuidores Minoristas cuando la disponibilidad de producto es insuficiente o cuando la capacidad de envasado de una planta resulte disminuida por alguna razón”.

En este sentido, consultada la CEO de MEGAL, sostuvo que su compañía está lo suficientemente sólida como para que ello no ocurra, cumpliendo cabalmente todos los términos del contrato surgido a partir de la licitación.