Las sucesivas denuncias hechas por UNVENU, en torno a los altos aranceles que perciben las tarjetas de crédito y débito, que en algunos casos exceden las ganancias de los propios empresarios, y que inclusive motivó que VECOMA (Vendedores de Combustible de Maldonado) no aceptara el plástico en el arranque de la temporada estival, es un tema que se repite en todos los países del continente.

En mayor o menor grado, las comisiones que cobran los bancos resultan muchas veces “abusivos”, lo que precisamente fue objeto de debate en la reciente 60 CLAEC.

La posición de Uruguay en torno al tema es conocida en el continente, porque además los porcentajes que cobran los bancos en nuestro país, cuando la carga del combustible se realiza con tarjeta, son de los más altos de la región.

Sobre este y otros temas Surtidores conversó con Daniel Sanguinetti, secretario general de UNVENU y presidente saliente de CLAEC.

En conocimiento del juicio que lleva adelante  la  Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior con el apoyo de la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), en Argentina, trabando pleito contra Prisma medios de pago S.A. (la representante de las tarjetas de crédito VISA en Argentina) para que se reduzcan las comisiones y plazos de pago que esta última impone unilateralmente, condiciones que los estacioneros consideran abusivas y con fallo a su favor en primera instancia, ¿Entiende que UNVENU podría tomar este ejemplo para llevar adelante una medida similar?

Probablemente sí. Es algo que estamos analizando ya que el costo de cobrar la venta de combustibles con tarjeta tanto de débito como de crédito es abusivo en Uruguay.

El margen de utilidad  de los combustibles no aumenta proporcionalmente con el precio de venta de los mismos y teniendo en cuenta el aumento de precio que han tenido los combustibles en los últimos tiempos, al aplicarse el arancel de las tarjetas sobre el precio nos ha aumentado significativamente el costo ya que nuestro margen no ha aumentado en la misma medida.

Lo que no se entiende es que se pague un porcentaje en las transacciones con tarjeta de débito cuando el costo es el mismo si la venta es por $1 o un millón de pesos. A mi juicio debería ser un monto fijo.

Para el caso de que esta medida resultara excesiva o no aplicable a Uruguay ¿Qué alternativa presentó la UNVENU en la 60 CLAEC?

Creo que hay margen para que las tarjetas bajen los aranceles, en las estaciones que venden más del 70 por ciento con tarjeta, en un escenario en el que los bancos ganan más dinero que el estacionero.

¿La UNVENU ha tomado o propuesto alguna acción para que -como se decidió en la CLAEC- todos los combustibles (fósiles, electricidad, hidrógeno) sean expendidos en las estaciones?

Sin duda trabajaremos en ese sentido. Las estaciones debemos cumplir con exigentes medidas de seguridad para comercializar combustibles y creo que deberíamos ser quienes comercializáramos las distintas energías para uso vehicular.

Con respecto a este punto de la electromovilidad, y tomando en cuenta que UTE ha colocado algunos cargadores eléctricos en lugares poco accesibles o fuera de los circuitos habituales de los vehículos ¿Usted cree que la UNVENU debería exigir o al menos poner a disposición de UTE, las 476 estaciones para que los cargadores se coloquen en los establecimientos adecuados?

Creo que al igual que se exige a las EESS determinadas normas de seguridad los puntos de carga deberían de cumplirlas.

Hoy no hay demanda para que las 476 estaciones coloquen cargadores, pero sí creo que los cargadores deben de estar en las EESS, por lo que mencionaba de los aspectos de seguridad.

¿Qué balance puede hacer de estos nueve meses en los que ocupó la presidencia de CLAEC?

Lo primero que me surge es agradecimiento al equipo de UNVENU por su dedicación y capacidad de trabajo.

CLAEC representa a más de 88.000 estaciones en toda LATAM y en estos 9 meses se logró brindar la asistencia a quien la solicitó además de haber desarrollado un sitio web con información de calidad y actualizada sobre los precios de los combustibles de toda Latinoamérica y su composición de valor. Esto se pudo lograr gracias a la gran fraternidad que une a las cámaras empresariales de nuestra América.

¿En qué medida podría afectar la crisis hídrica en el sector de las EE.SS.?

Tenemos la suerte de vivir en un país donde habitualmente el agua de la canilla se puede tomar. Justamente al asistir a la CLAEC en República Dominicana una de las primeras cosas que nos hicieron saber es que no usáramos el agua de la canilla ni para lavarnos los dientes.

Uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde. Quizás sea hora de tomar consciencia y cuidar más de este recurso tan valioso. Aprovecho este punto para referirme a otro aspecto que damos por descontado en Uruguay y no lo valoramos al igual que nos está pasando con el acceso al agua potable que dábamos por descontando.

En países donde los combustibles difieren de precio y calidad según la región fomentando la centralización en torno a las plantas distribuidoras miran con admiración el sistema de comercialización que tenemos en Uruguay y nosotros como siempre lo tuvimos y no lo valoramos.

El nuevo Reglamento de Distribución Secundaria de URSEA anuncia una nueva forma de calcular los márgenes en esta etapa final de la distribución ¿Los actuales márgenes admiten modificaciones a la baja?

Los costos operativos han aumentado mucho, los aranceles de las tarjetas, la seguridad, los controles y habilitaciones que se superponen…

Si el objetivo es bajar los precios de los combustibles, no es reduciendo el margen de las estaciones por donde se debe buscar.

La carga impositiva representa el 28 por ciento del precio en el gasoil y el 45 por ciento en las naftas, creo que es donde se debería trabajar.

Por último ¿Qué opina de las estaciones de bandera blanca?

Creo que representan una vía de escape para los contratos leoninos de las distribuidoras.  En Uruguay increíblemente el punto de venta es de la distribuidora y no de la Estación de Servicio imposibilitando la opción de cambiar de marca y obtener un mejor contrato, es algo que debería reconsiderarse.