Petropar lanzó en el día de ayer una reducción que sacudió el tablero de precios de los combustibles en Paraguay, ya que la petrolera estatal anunció un recorte de G. 250 por litro en su gama de naftas y diésel, una medida que entró en vigencia de inmediato y que obligó a varios emblemas privados a reevaluar sus listas.
La reacción del mercado fue rápida, ya que Copetrol comunicó una baja de G. 130 por litro en todos sus productos, mientras que Shell aplicó rebajas de hasta G. 400 por litro en algunos combustibles. En tanto, compañías como Petrobras, Petrosur y Enex no habían informado recortes al momento de los primeros reportes, aunque todo indica una tendencia clara a alinearse con las reducciones.
Desde la óptica de los actores del sector, la baja responde más a expectativas y variables internacionales que a decisiones aisladas. En diálogo con Surtidores Latam, Daniel Cardoso, Gerente General del Grupo Bahía, explicó que los precios se mueven en función de las expectativas de los mercados internacionales, es decir en precios futuros, y que estos mercados actúan fuertemente sobre percepciones y proyecciones, amplificadas por la velocidad de la información en redes sociales.
En su lectura, la caída se explica por dos factores principales: la cotización del dólar volvió a niveles previos al reciente episodio de tensión en el Medio Oriente y los precios internacionales de los combustibles retrocedieron tras subidas que respondían a temores de escasez que finalmente no se concretaron.
A nivel local, Cardoso señaló que cuando Petropar reduce sus precios las demás distribuidoras revisan sus costos de importación y sus embarques futuros y, para no perder participación de mercado, suelen equiparar las listas; en ese juego, reaccionar con rapidez es clave para retener clientes, y esa dinámica se observa en las señales del mercado en estos días.
El efecto sobre el bolsillo del consumidor es inmediato, especialistas advirtieron que la baja estatal puede traducirse en alivio puntual en las surtidoras, aunque el alcance dependerá de la velocidad con que cada emblema ajuste sus costos y de factores logísticos; como por ejemplo, estaciones ubicadas a más de 50 km de la planta de distribución pueden mostrar variaciones distintas.
Cabe destacar que en un escenario regional, Paraguay no es ajeno a lo que ocurre en países vecinos, donde los precios del combustible también están influenciados por las políticas internas y la oferta global. El seguimiento constante de estos movimientos, resulta fundamental para que los emblemas locales definan estrategias competitivas.
Asimismo, los desafíos logísticos de almacenamiento y la dependencia de la importación marítima a través de puertos en países vecinos, sumada a la necesidad de transportar el combustible por vía fluvial y terrestre hasta los centros de distribución, implica costos adicionales y tiempos de entrega que pueden influir en los ajustes.













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