En los últimos años, las Estaciones de Servicio fueron incorporando sistemas digitales que permiten agilizar cobros, mejorar la gestión operativa y ofrecer mayor comodidad al usuario. Sin embargo, esta digitalización también abrió la puerta a nuevas amenazas: los ciberataques.
Desde fraudes con tarjetas hasta bloqueos de sistemas, el sector enfrenta riesgos crecientes que podrían afectar tanto a los clientes como a la sostenibilidad del negocio.
Carlos Zambrano, consultor en ciberseguridad y transformación digital, dialogó con Surtidores LATAM y advirtió que el panorama de riesgos se intensifica. “Se nos va a venir un incremento de ataques cibernéticos y la Estación de servicio es un punto que hace parte de estos ataques, ya sea para denegación de servicio o para extraer información de los clientes finales, principalmente sus tarjetas de crédito”, sostuvo.
El especialista explicó que estas vulnerabilidades surgen de brechas en los ecosistemas tecnológicos que manejan las Estaciones de Servicio. Estas fallas pueden ser explotadas por delincuentes para acceder a datos sensibles, lo que pone en riesgo no solo la privacidad de los usuarios, sino también la reputación y continuidad de los negocios que operan en el rubro.
Zambrano hace un llamado a la conciencia empresarial. “Debemos conversar en la concientización de que si nos quedamos sin tecnología desaparecemos como negocio y, al mismo tiempo, con la tecnología somos más competitivos. Pero la competencia debe estar acompañada de una responsabilidad equilibrada entre los ingresos y la seguridad”, remarcó.
Para el consultor, la seguridad aún no ocupa el lugar que debería en las prioridades de las compañías del sector. “La seguridad siempre va con unos 10 o 15 pasos atrás y debería estar en el mismo nivel de los ingresos que recibe la organización”, puntualizó, remarcando que muchas veces las inversiones se centran en aumentar las ventas sin atender las brechas digitales que pueden dejar expuestas a las empresas.
El experto consideró que este desequilibrio puede traer consecuencias graves. Un ataque cibernético no solo provoca pérdidas económicas inmediatas, sino que también erosiona la confianza de los clientes, un activo fundamental en un mercado altamente competitivo.
Por ello, Zambrano insistió en que la ciberseguridad debe ser vista como una estrategia de negocio y no como un gasto accesorio. “Es un tema que quiero dejar sobre la mesa porque hay que profundizar. La seguridad debe estar al mismo nivel de importancia que la operación y los ingresos”, enfatizó.
“El desafío, es avanzar hacia una cultura digital que entienda la ciberseguridad como parte del ADN empresarial. Sólo así, las estaciones de servicio podrán sostener su crecimiento en un entorno cada vez más digitalizado y expuesto a nuevas amenazas”, concluyó Zambrano.
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