En los últimos años, el crecimiento del uso de Gas Natural Vehicular trajo consigo múltiples beneficios en costos y sostenibilidad, pero también generó nuevas modalidades de fraude que amenazan la seguridad y la estabilidad del sector.
Uno de los más delicados es la manipulación de los chips instalados en los vehículos, un mecanismo diseñado para controlar el abastecimiento y que, al ser adulterado, no solo ocasiona pérdidas económicas para los Grifos y Estaciones de Servicio, sino que además expone a los consumidores y al propio mercado a riesgos graves.
Al respecto, Surtidores LATAM le consultó a Oscar Dany Solimano Quiroz, administrador de grifos con más de dos décadas de experiencia en el sector, quien explicó que la modalidad de fraude consiste en adulterar o manipular los dispositivos electrónicos instalados en los vehículos que funcionan con GNV.
Estos chips son los que permiten el control del abastecimiento y la medición exacta de la carga, por lo que una alteración puede generar pérdidas económicas para la Estación de Servicio y un riesgo técnico para los consumidores.
El administrador detalló que se trata de un esquema complejo que no puede ejecutarse de manera aislada. “La persona que hace esa jugada, no lo puede hacer solo. Tiene que estar con el operador. Por eso es importante que nuestros trabajadores sean conscientes y rechacen este tipo de negociación”, explicó.
Para Solimano, la raíz del problema está en la complicidad de algunos trabajadores que, al aceptar este tipo de maniobras, comprometen la integridad del negocio. “Eso no lo van a poder hacer nunca sin parte del personal involucrado. Así que es delicado”, advirtió, remarcando la necesidad de reforzar la capacitación.
En ese sentido, el experto enfatizó que la prevención comienza en la misma Estación de Servicio, con acciones formativas y de sensibilización hacia el personal. “Lo menos que hay que hacer es hablar con el personal, enseñarles, decirles las consecuencias de los actos y los perjuicios que se generan en ellos”, señaló.
Más allá de las medidas internas, Solimano consideró que este tipo de fraudes requieren la acción conjunta de todos los actores involucrados. “Nosotros como Estación de Servicio estamos expuestos, pero necesitamos que existan mecanismos claros desde el Estado que nos ayuden a evitar estos timos y sancionar a quienes los promueven”, indicó.
Con su experiencia de más de veinte años en el rubro, el administrador advierte que los fraudes con chips de GNV son una amenaza latente para la sostenibilidad del sector. “Al final, no solo se trata de pérdidas económicas: es la confianza del cliente y la transparencia del mercado lo que está en juego”, concluyó Solimano Quiróz.
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