Desde el sector privado del combustible evalúan las consecuencias que pueden ocasionarse tras las trabas impuestas por Argentina y la falta de acuerdo entre los países. Entre los dilemas se encuentra un posible desabastecimiento y un reajuste de precios en las estaciones de servicio.

En base a esto, la Asociación de Propietarios y Operadores de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa) indicó que se encuentran expectantes de lo que pueda suceder en el corto plazo.

Esta semana, según los expertos, el emblema estatal se quedó sin reserva de nafta 93 y diésel Mbarete en sus surtidores, por lo que se especula un posible reajuste de tarifas para la primera quincena de este octubre.

Si bien, los estacioneros no han establecido una postura firme ante esta situación, el presidente de Apesa, Miguel Corrales, comentó que “si hay una diferencia de precios hoy es una cuestión de oferta y demanda y cada distribuidora es libre de poner el precio que quiera a sus productos”.

El mismo señaló que se encuentran atentos y que esperan que el conflicto de las distribuidoras con respecto a la situación con Argentina se resuelva.

A su vez, las medidas tomadas por el gobierno de Peña en la frontera, han logrado que el contrabando de carburantes disminuya y que aumente el consumo interno.

Ante esto, Corrales manifestó que esto es positivo y que están esperando poder reabrir estaciones que fueron cerradas en las zonas más afectadas como Encarnación, Nanawa y Villa Hayes.

Esto resulta fundamental para la industria de los hidrocarburos ya que mueve el negocio interno y genera fuentes de trabajo legal que impulsan al país.