El mercado de vehículos electrificados en Perú cerró 2024 con cifras alentadoras que evidencian un crecimiento significativo. Según datos de la Asociación Latinoamericana de Distribuidores de Automotores (ALADDA), se registraron 6,602 vehículos electrificados vendidos en el año, lo que representa un aumento del 47.2% respecto al 2023.
A pesar de este progreso, el país enfrenta serias limitaciones en su infraestructura de recarga, un aspecto clave para consolidar la movilidad eléctrica. Actualmente, Perú cuenta con apenas 52 estaciones de recarga pública, en su mayoría de carga lenta, y solo cuatro puntos de recarga rápida.
Acerca del tema, Surtidores LATAM le consultó a César Alfredo Peña Ramos, consultor en generación de sistemas eléctricos aislados, energías renovables, regulación tarifaria, electromovilidad e hidrógeno verde.
“El ingreso de nuevas marcas y gamas más accesibles ha facilitado que más personas consideren la transición hacia la movilidad eléctrica. Sin embargo, sin una infraestructura de recarga adecuada, este crecimiento podría estancarse en los próximos años”, advirtió.
Asimismo el experto señaló que la falta de puntos de recarga rápida no solo genera inconvenientes para los usuarios actuales, sino que también desalienta a potenciales compradores.
“Un conductor necesita saber que podrá cargar su vehículo de manera eficiente en rutas largas. Las estaciones de carga rápida son fundamentales para construir esa confianza, pero en Perú aún son extremadamente escasas”, comentó Peña Ramos.
Uno de los avances más relevantes en este contexto fue la promulgación del Decreto Supremo N° 036-2023-EM, que establece un marco normativo para la instalación y operación de estaciones de recarga. Aunque César Peña reconoció la importancia de este reglamento, también subrayó que aún queda mucho por hacer. “La normativa es un paso en la dirección correcta, pero debe estar acompañada de incentivos claros para atraer inversión privada y fomentar el despliegue de infraestructura”, afirmó.
A nivel fiscal, las exoneraciones tributarias en la compra de vehículos eléctricos fueron un punto a favor, pero insuficiente para garantizar un crecimiento sostenido del sector. “Existe un mayor impulso en términos de incentivos fiscales y la implementación de normativas adicionales. A pesar de estos avances, la infraestructura de recarga sigue siendo limitada y se necesita una mayor inversión y apoyo normativo-regulatorio para alcanzar un desarrollo y promoción más amplio y eficiente”, resumió Peña Ramos.
0 comentarios