Durante décadas, la función de una Estación de Servicio fue abastecer combustible y permitir que el tránsito siga su curso. Pero en las ciudades de hoy, esta función comienza a cambiar. La pregunta ya no es solo qué tipo de energía se vende, sino qué problema se resuelve. En ese nuevo mapa urbano, los puntos de carga se consolidan como nodos estratégicos donde el tiempo, también se convierte en el recurso crítico.
En este sentido, la expansión de la movilidad eléctrica, especialmente en vehículos de uso intensivo como las motos, puso en evidencia una tensión operativa: mientras la tecnología avanza, los modelos de abastecimiento tradicionales no siempre acompañan la dinámica de la ciudad. Para un repartidor, una flota urbana o un servicio de última milla, detenerse a recargar una batería no es un detalle técnico, sino una pérdida directa de productividad.
CUANDO LA ESTACIÓN DEJA DE SER SOLO UN LUGAR DE PASO
En ese contexto, apareció un nuevo sistema de intercambio instantáneo de baterías para motos eléctricas que ANCAP y la startup Swapy pusieron en marcha en Uruguay. La iniciativa, presentada en la Estación ANCAP ubicada en Rambla y Solano Antuña, no propone simplemente sumar electromovilidad a la red, sino redefinir el rol de la Estación de Servicio como infraestructura clave para la logística urbana.
A diferencia del esquema tradicional de recarga, el modelo elimina la espera. El usuario no conecta su moto a un cargador: intercambia una batería descargada por otra completamente cargada en cuestión de segundos, a través de gabinetes automáticos disponibles las 24 horas. La energía deja de ser un proceso que inmoviliza al vehículo y pasa a gestionarse como un insumo logístico, diseñado para no interrumpir la operación.
ESTACIONES COMO PLATAFORMAS DE SERVICIOS ENERGÉTICOS
El foco está claramente puesto en el delivery y el quick commerce, sectores donde cada minuto fuera de circulación impacta en el ingreso diario. La propuesta se basa en una suscripción semanal que permite a los repartidores realizar el intercambio de baterías de manera ilimitada, utilizando gabinetes que, en una primera etapa, están siendo instalados en Estaciones de Servicio ANCAP ubicadas en barrios estratégicos de Montevideo.
La operatoria se apoya en un software desarrollado por la propia startup. A través de una aplicación móvil, el usuario puede consultar en tiempo real la disponibilidad de baterías, localizar los puntos de intercambio más cercanos, reservar una unidad y completar el proceso escaneando un código QR.
ENERGÍA SIN PAUSA: CÓMO FUNCIONA EL SISTEMA DE INTERCAMBIO
Desde Swapy subrayaron a Surtidores que el atractivo del modelo no se limita al impacto ambiental. “La suscripción al sistema de baterías, tiene una ventaja comparativa si se tiene en cuenta el ahorro en combustibles, cambio de aceite, reparaciones recurrentes de la cadena, del sistema de transmisión, y menos tiempo perdido cargando combustible”, explicó Martín Piñeyro, cofundador de la empresa.
Asimismo, para ANCAP, la incorporación de estos gabinetes forma parte de una estrategia más amplia orientada a transformar las Estaciones de Servicio en plataformas de servicios energéticos. Esta adaptación a nuevas formas de movilidad, capitaliza su capilaridad territorial como una ventaja para escalar soluciones que responden a las necesidades reales de la ciudad.
El proyecto prevé una expansión progresiva dentro de la red. Actualmente hay tres puntos operativos y, en los próximos días, se sumarán ocho nuevas bases de recambio: dos en Punta del Este y Maldonado, y seis distribuidos entre el Centro de Montevideo y Ciudad de la Costa. La estandarización de las baterías y el uso de motocicletas eléctricas de alto rendimiento permiten replicar el modelo sin grandes obras ni tiempos prolongados de implementación.













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