Precio de la nafta en Argentina

El costo relativo de llenar un tanque de 55 litros se ubica en un promedio del 5,44 por ciento del salario

Argentina.
22 Dic, 2025
Análisis El costo real del combustible se ubica en el nivel más bajo de los últimos ocho años
Según un estudio de la UADE, el precio de la nafta pesa hoy menos sobre el salario promedio, con una mejora en los niveles de accesibilidad.

El costo de llenar un tanque de nafta en la Argentina de acuerdo a un estudio efectuado por la Universidad Argentina de la Empresa, se encuentra actualmente en el nivel más bajo de los últimos ocho años cuando se lo mide en términos reales, es decir, ajustado por inflación. Expresados en pesos de diciembre de 2025, los valores muestran que el combustible perdió peso relativo dentro de la economía, aun en un contexto de alta volatilidad nominal y percepciones generalizadas de encarecimiento.

De acuerdo con estimaciones basadas en el IPC-vivienda —el componente del índice de precios que incluye a los combustibles—, el valor promedio real para llenar un tanque durante los últimos ocho años fue de 113.568 pesos. En ese período, tanto el valor máximo como el mínimo se registraron durante la actual administración. El pico se alcanzó al inicio del mandato de Javier Milei, con un costo real de 204.168 pesos, mientras que el mínimo se observó en mayo de 2025, cuando llenar un tanque demandó 88.005 pesos a valores constantes.

El costo promedio durante la gestión actual se ubica en 112.974 pesos, lo que representa una mejora del 7,8 por ciento respecto del promedio registrado durante la administración de Alberto Fernández, cuando llenar un tanque implicaba una erogación real de 122.521 pesos. La comparación con la gestión de Mauricio Macri no resulta posible por la falta de información homogénea previa a 2017.

Más allá de los promedios, la evolución del precio real del combustible estuvo marcada por fuertes oscilaciones. La brecha entre el valor máximo y el mínimo alcanzó una amplitud de 2,3 veces, reflejando un comportamiento cíclico del mercado. Ese patrón muestra incrementos concentrados luego de los procesos electorales y períodos de congelamiento o ajustes moderados en los meses previos a los comicios, una dinámica que se repite también en otras tarifas reguladas y que contribuye a la percepción de inestabilidad en los precios.

Sin embargo, el análisis del precio real no alcanza para determinar cuán accesible resulta el combustible para las familias. Para ello es necesario observar el peso que llenar un tanque tiene sobre los ingresos. Expresado como proporción del salario registrado promedio, el costo relativo de llenar un tanque de 55 litros se ubicó en un promedio del 5,44 por ciento entre 2017 y 2025, equivalente a unos 108.325 pesos.

El máximo esfuerzo salarial se registró en octubre de 2018, cuando el costo del combustible representó el 7,17 por ciento del salario promedio, mientras que el mínimo se observó en octubre de 2023, con una incidencia del 4,09 por ciento. Durante la actual administración, el esfuerzo salarial promedio fue de 5,15 por ciento, equivalente a unos 102.550 pesos a valores de diciembre de 2025, lo que implica una mejora relativa del 3,4 por ciento respecto de la gestión anterior.

La comparación entre precios reales y esfuerzo salarial muestra que el acceso al combustible no depende únicamente del valor en surtidor. Entre 2017 y 2020, los precios reales se mantuvieron relativamente estables, pero los salarios crecieron por debajo, encareciendo el acceso. En cambio, entre 2020 y 2024, la recuperación de los ingresos permitió amortiguar el impacto de los aumentos reales y reducir la volatilidad del esfuerzo salarial, cuya diferencia entre valores extremos fue inferior a dos veces.

En este contexto, el Gas Natural Comprimido continúa consolidándose como la alternativa más competitiva desde el punto de vista económico. Equipar un vehículo con este sistema permite un ahorro estimado de 86 pesos por kilómetro recorrido en comparación con la nafta, lo que representa una reducción del 59 por ciento en el costo del combustible. Esta diferencia explica por qué, aun con la nafta en mínimos históricos en términos reales, el GNC mantiene un fuerte atractivo para usuarios intensivos del vehículo, flotas y transporte de trabajo.

En el otro extremo se ubica la nafta premium. En aquellos vehículos diseñados para aprovechar su mayor eficiencia, su utilización implica un costo adicional de apenas 5 pesos más por kilómetro recorrido, lo que representa un sobrecosto del 3,5 por ciento. Si bien no todos los motores pueden capitalizar sus beneficios, en los casos adecuados la diferencia de precio resulta acotada frente a la mejora en rendimiento y desempeño.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Seguir Leyendo

Síguenos
en nuestras redes