Conocida la falta de interés de las empresas participantes en la fase de diálogo en mayo 2023, con respecto a la adquisición del horno ubicado en la Planta de Cemento de Nuevo Paysandú, se informó que ANCAP, procederá con una segunda instancia pero esta vez de subasta pública de diferentes características.

En este sentido el presidente de la petrolera estatal uruguaya había declarado que en estos días estaría finalizando la estrategia para rematar el horno, a través de la conformación de distintos lotes por piezas para presentar “equipos atractivos” y “maximizar” su valor.

El funcionario reveló al medio El Observador, que la primera subasta de lotes se planea realizar en los próximos meses aunque especificó que esta vez será en lotes. “Si lo rematamos como un horno de cemento no se va a presentar nadie” dijo Alejandro Stipanicic.

ADQUIRIDO EN 2014

Este horno fue adquirido en 2014 por ANCAP, entonces presidido por Raúl Sendic a un costo de 53 millones de dólares, según consignó el actual vicepresidente de ANCAP Diego Durand a Surtidores.

Durand detalló que quedó embalado totalmente desarmado por diez años, en 286 contenedores que lo transportaron desde el país de origen, lo que dio motivo a  una gran polémica pública en torno a este tema.

Por otro lado, según consignaron a Surtidores técnicos versados en esta materia, en caso de que se contara con todas las piezas, su armado podría insumir a ANCAP unos 100 millones de dólares, lo que dejaría la inversión en casi 200 millones de la moneda estadounidense (se suman gastos de seguro, vigilancia, etc.) aunque esta opción -en caso de ser de interés montarlo por el ente- es inviable ya que 90 contenedores fueron abiertos y extraídas piezas consideradas fundamentales, que fueron colocadas en otros hornos.

RECHAZO DE FANCAP

Conocida la decisión de ANCAP, su sindicato reaccionó en forma inmediata al manifestar a través de un comunicado público su rechazo, denunciando a la opinión pública “la pésima decisión del directorio de ANCAP de rematar los equipos del proyecto horno 3 de Paysandú” según se consigna en el documento.

El gremio agregó que “esta decisión sólo se comprende desde la perspectiva nociva de un directorio que ha buscado en todo momento hacer desaparecer la industria cementera estatal”.

FANCAP acusa a la actual administración de perseguir en todo momento “la privatización del portland” al tiempo que entiende que “hoy, en plena retirada, el directorio y el gobierno nacional pretenden dar el golpe de gracia a la fábrica de Paysandú”.

 “Rematar esos equipos, condenaría a desaparecer la fábrica” alertó el gremio “Actualmente se está transitando un camino de reactivación de la industria con los trabajadores y esta resolución resulta una provocación injustificada por lo que solicitamos se detenga el proceso de remate de inmediato” subrayaron desde FANCAP.