El sector automotor colombiano cerró agosto con un repunte importante en la venta de vehículos eléctricos e híbridos, reflejando el impulso que viene tomando la movilidad sostenible en el país.

Así lo reveló el más reciente informe de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia en conjunto con la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios de Colombia.

De acuerdo con el reporte, durante agosto de 2025 se matricularon 1.647 vehículos eléctricos, lo que equivale a un crecimiento del 148 % frente al mismo mes de 2024, cuando fueron registrados 664. La cifra convierte a este mes en el mejor del año para este segmento y demuestra un avance sostenido en comparación con los meses anteriores.

El acumulado enero-agosto muestra que en lo corrido de 2025 se han comercializado 10.508 vehículos eléctricos, lo que confirma que esta tecnología empieza a tener un lugar cada vez más relevante en las preferencias de los consumidores.

Según indican, la tendencia responde tanto a la oferta creciente de modelos como a los incentivos que hacen más accesible la transición hacia alternativas de cero emisiones.

En paralelo, los vehículos híbridos también mantienen un ritmo de expansión. Durante agosto se vendieron 6.066 unidades, lo que representa un aumento del 66% frente al mismo mes del año pasado. Aunque la cifra se ubicó por debajo de la registrada en julio (7.636), el balance anual es positivo, con 39.250 híbridos comercializados entre enero y agosto.

El análisis del sector destacó que los híbridos continúan siendo la principal puerta de entrada hacia la electrificación, mientras que los eléctricos ganan terreno de manera acelerada. Para los gremios, estas cifras ratifican que los colombianos empiezan a confiar en nuevas tecnologías de movilidad, motivados también por el ahorro en combustible y mantenimiento.

En total, entre enero y agosto de 2025, el mercado automotor colombiano registró 150.163 matrículas de vehículos nuevos, lo que significa un crecimiento acumulado del 27,1 % respecto al mismo período de 2024. Este comportamiento es interpretado como una señal de recuperación tras años de menor dinamismo.