Las tiendas de conveniencia dentro de las Estaciones de Servicio dejaron de ser espacios complementarios para convertirse en un eje estratégico del negocio. En los últimos años, la creciente competencia y la necesidad de diferenciarse han impulsado la búsqueda de propuestas de valor más sólidas. En este escenario, las marcas propias emergen como uno de los recursos más efectivos para destacar frente a una oferta cada vez más homogénea.
Los productos de marca propia permiten a las gasolineras ofrecer artículos exclusivos que no pueden encontrarse en otros puntos de venta. Esta exclusividad funciona como un motor de fidelización inmediata, ya que el cliente reconoce que solo podrá acceder a ese producto en un lugar específico. Para las tiendas, esto representa una ventaja competitiva que impacta directamente en la recurrencia de visitas y en la construcción de identidad comercial.
Además, el desarrollo de marcas propias brinda un mayor control de calidad. Cuando la Estación de Servicio interviene directamente en el diseño, selección y evaluación de un producto, puede garantizar estándares más altos que los ofrecidos por proveedores externos. La experiencia del cliente mejora y, con ella, la percepción de confiabilidad hacia la tienda y hacia la Estación de Servicio en general.
Este enfoque también tiene un efecto directo sobre el ticket promedio. Los consumidores, una vez que adoptan un producto de marca propia como favorito, tienden a adquirirlo de forma constante, elevando la facturación por visita. En un mercado donde las ganancias suelen depender de volúmenes y rotación, estos productos se convierten en una herramienta clave para mejorar el rendimiento financiero sin depender exclusivamente del combustible.
Para profundizar en esta tendencia, Alexa Garrido, Social Media Manager de AS Comunicación, empresa especializada en la gestión de redes sociales para el sector energético en México y Latinoamérica, destacó a Surtidores LATAM que las marcas propias están alineadas con un consumidor más exigente y consciente.
“Hoy el cliente busca diferenciación, calidad y una experiencia más personalizada. Las marcas propias permiten ofrecer exactamente eso: un valor agregado que no solo se ve, sino que se siente en cada compra”, afirmó.
Garrido explicó que, desde la perspectiva digital, estos productos también son una oportunidad para fortalecer la narrativa de la marca. “Las Estaciones de Servicio que desarrollan marcas propias tienen más contenido relevante para comunicar. Pueden contar historias sobre el origen, los procesos y los beneficios del producto, lo que genera una conexión emocional mucho más fuerte en redes sociales”, sostuvo. Según la especialista, este tipo de estrategias eleva la reputación online y contribuye a posicionar a la estación como una marca moderna y cercana.
Las marcas propias, además, representan una puerta de entrada para innovar en categorías que tradicionalmente no estaban asociadas al mundo de los combustibles. Desde alimentos preparados hasta productos de conveniencia premium, las Estaciones de Servicio encuentran en esta modalidad la posibilidad de expandir su oferta sin depender de grandes proveedores. Esto les permite adaptarse más rápido a las tendencias de consumo y responder con agilidad a las preferencias locales.
En un entorno de transformación del sector energético, las marcas propias en tiendas de conveniencia se consolidan como un recurso estratégico que combina rentabilidad, posicionamiento y fidelización. «Quienes apuesten por desarrollar marcas propias no solo diversificarán sus ingresos, sino que construirán una relación más sólida y duradera con el cliente”, concluyó Garrido.














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