México reforzó la vigilancia en las aduanas del país con la instalación de laboratorios móviles y fijos de Pemex que analizan la calidad de los combustibles que ingresan al territorio nacional. La medida busca frenar la adulteración de gasolinas y diésel, así como el contrabando fiscal, conocido como “huachicol fiscal”, dos fenómenos que han afectado la competitividad y la seguridad energética nacional.
Alicia Zazueta Payán, directora de Eservices, explicó que estos laboratorios, antes operados internamente por Pemex, fueron redistribuidos a distintas aduanas marítimas y terrestres. Desde allí, verifican que los productos que llegan por buque tanque, carro tanque o transporte terrestre cumplan con la Norma 016/2016, que establece las especificaciones de calidad de los petrolíferos.
“El combustible llega acompañado con un laboratorio móvil de Petróleos Mexicanos que verifica si cumple con la norma. Lo que se busca es evitar mezclas o adulteraciones que puedan afectar motores o el medio ambiente”, señaló Zazueta Payán durante su participación durante el día de ayer en el Foro de Petrolíferos, celebrado en el Tecnológico de Ciudad Madero.
De acuerdo con especialistas del sector, más del 30% de los combustibles que circulan en México presentan algún grado de adulteración, principalmente por mezclas con alcoholes u otros compuestos no permitidos. Este porcentaje se agrava con la pérdida de trazabilidad del producto, lo que impide garantizar su origen y calidad.
Zazueta advirtió que esta problemática se intensificó tras la llamada “reforma de Coahuila”, que permitió el ingreso de nuevos importadores y marcas sin un sistema de control unificado. “Entraron varios participantes y ya no era el mismo curador ni el mismo producto. Al convertirse en una molécula genérica sin marca comercial, se perdió el rastro de su origen”, explicó.
Frente a este escenario, el gobierno federal implementó un nuevo sistema de información coordinado entre la Secretaría de Energía, Pemex y las autoridades aduanales, que permitirá rastrear el carburante desde su importación hasta su venta final. Este mecanismo busca garantizar la autenticidad y calidad del producto, además de asegurar el cumplimiento fiscal.
Actualmente, alrededor de 20 laboratorios se encuentran distribuidos a nivel nacional, incluyendo los ubicados en puertos estratégicos como Tampico y Altamira, donde se analizan los cargamentos que ingresan por vía marítima.
Por otro lado, durante el foro, el secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, Walter Julián Ángel Jiménez, destacó la relevancia del encuentro, que reúne a representantes de toda la cadena de valor. “Este foro es el primero después de la publicación de los nuevos lineamientos, y su valor radica en que convoca al sector público y privado a discutir cómo mejorar la trazabilidad y transparencia de los petrolíferos”, afirmó.
El funcionario adelantó que las conclusiones de este encuentro formarán parte del Congreso Internacional de Energía Tamaulipas 2025, que se realizará del 24 al 26 de noviembre. Allí se presentarán propuestas concretas sobre medición, calidad y control en la cadena de valor de los combustibles, con la meta de fortalecer la seguridad energética y la transición hacia prácticas más sostenibles.













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