En un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad, la industria de los hidrocarburos enfrenta el desafío de minimizar su impacto ambiental. En este contexto, soluciones innovadoras como DISOL-ECO están emergiendo como aliadas en la lucha contra la contaminación.
En conversación con Surtidores Latam, Gabriel Carlón, CEO de IMCAR & DISOL-ECO, visualizó un futuro en el que este compuesto jugará un papel fundamental en la remediación de áreas contaminadas por derivados del petróleo, impulsando una transición hacia prácticas más limpias.
El impacto positivo de este producto en la industria no solo radica en su eficacia, sino en su compromiso con la responsabilidad ecológica. «Buscamos ofrecer una solución real y efectiva para la contaminación por combustibles fósiles, ayudando a las empresas a operar comprometidas con el entorno natural», afirmó Gabriel Carlón.
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Carlón destacó varias tendencias y oportunidades que definirán el crecimiento de DISOL-ECO en los próximos años. Una de ellas es la expansión global de la fórmula, consolidándose como una solución líder en la limpieza y remediación de zonas contaminadas por combustibles. Además, su integración con tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, el Internet (IoT) y la biotecnología, permitirá mejorar su efectividad.
Otro aspecto, será el desarrollo de nuevos productos y servicios para abordar diferentes desafíos ambientales, ampliando la oferta de DISOL-ECO y adaptándola a las necesidades del mercado. Asimismo, las alianzas estratégicas con empresas, organizaciones y gobiernos serán esenciales para fortalecer su impacto y fomentar el compromiso con la sostenibilidad en distintos sectores.
«Estamos invirtiendo constantemente en mejorar esta solución para hacerla más accesible. Queremos que cada industria que trabaje con derivados del petróleo tenga a su disposición una solución confiable, sin que ello implique un costo excesivo», señaló Carlón.
El potencial de DISOL-ECO ya ha sido demostrado en pruebas realizadas en la Refinería de Salamanca. Según el informe presentado por Agua Industrial y Potable, S.A., los ensayos realizados sobre el agua proveniente de la purga de la bomba BCS-905 evidenciaron la efectividad del producto en la reducción de grasas y aceites.
DISOL-ECO, un biorremediador y desengrasante concentrado a base de terpenos cítricos y aceites esenciales, no solo eliminó los residuos, sino que también permitió que los desechos resultantes fueran no contaminantes y seguros para el medio ambiente. La dosificación óptima determinada en las pruebas fue de 9 ml por litro de muestra, con un proceso de agitación constante, logrando resultados significativos en la clarificación del agua.
El impacto positivo de DISOL-ECO en la industria no solo radica en su eficacia, sino en su compromiso con la sostenibilidad. «Nuestro objetivo es ofrecer una solución real para la contaminación por hidrocarburos, ayudando a las empresas a operar conscientemente a favor del ecosistema», afirmó Carlón.
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