En Argentina, el consumo de café es parte esencial de la vida diaria, y junto con ello, se genera una gran cantidad de borra. Cada año, el país produce más de tres millones de kilos de borra de café, lo que equivale a más de 250.000 kilos al mes y alrededor de 8.333 kilos al día.

Esta realidad presenta un desafío ambiental significativo, especialmente para los principales vendedores de café, entre los que YPF FULL se destaca con un 64 por ciento del volumen de ventas, seguido por Starbucks (13 por ciento), Havanna (10 por ciento), Bonafide y Café Martínez.

Como líder del mercado, YPF FULL enfrenta una gran responsabilidad en la gestión de los residuos generados. En promedio, cada tienda de YPF FULL descarta alrededor de cinco kilos de borra de café al día. Para abordar esta problemática, la compañía ha implementado una iniciativa que permite recuperar parte de este desperdicio, entregando bolsas de borra de café de forma gratuita en sus tiendas para ser utilizadas como abono en plantas.

No obstante, YPF decidió ir un paso más allá en su compromiso con la sustentabilidad. Se relacionó con Etimo, una PyME local que se dedica a transformar residuos gastronómicos en materiales biodegradables y lanzó una innovadora propuesta: una taza hecha con borra de café.

Esta taza es reutilizable, 100 por ciento biodegradable y compostable, lo que significa que al final de su ciclo útil, puede volver a la tierra como compost. Este producto no solo ayuda a reducir la cantidad de residuos generados, sino que también se convierte en un claro ejemplo de economía circular.

La taza de borra de café se caracteriza por su color natural, aroma distintivo y textura única, destacándose como un producto moderno y funcional. Esta innovación no solo demuestra el compromiso de YPF FULL con la sostenibilidad, sino que también promueve una gestión más consciente y responsable de los desechos.

Su desarrollo representa un avance significativo en los esfuerzos de YPF FULL por integrar prácticas sostenibles en su operación diaria. Al convertir un residuo en un recurso valioso, la compañía no solo minimiza su impacto ambiental, sino que también inspira a otros actores del mercado a explorar alternativas ecológicas en sus procesos productivos.

Esta iniciativa refleja un cambio de paradigma en la gestión de residuos, demostrando que es posible transformar los desechos cotidianos en productos útiles y amigables con el medio ambiente.