Los empresarios José Luis Manzano y Daniel Vila estarían cerca de sumar una de las adquisiciones más grandes de su trayectoria empresarial. En sociedad con la energética suiza Mercuria, presentaron una oferta superior a los US$1400 millones para quedarse con los activos que Raízen —operadora de la marca Shell en la Argentina— posee en el país. La operación abarca más de 800 Estaciones de Servicio, la refinería de Dock Sud y la licencia de comercialización de combustibles Shell en el mercado local.
Las Estaciones de Servicio, distribuidas en todo el territorio nacional, representan hoy el 20 por ciento del mercado de combustibles, consolidando a Shell como el segundo actor detrás de YPF, que concentra el 55 por ciento. Un eventual traspaso convertiría al grupo Vila-Manzano, junto a Mercuria, en un jugador de peso dentro del negocio del downstream, un segmento al que regresarían tras su reciente salida de Refinor.
Hace apenas unas semanas, los empresarios concretaron la venta del 50 por ciento de su participación en Refinor a YPF por US$25,2 millones, operación que implicó su retiro definitivo de la comercializadora de combustibles y gas en el norte del país. La operación coincidió con un proceso de reordenamiento estratégico que ahora tiene un capítulo mucho más ambicioso: la posible adquisición de Shell Argentina.
La alianza con Mercuria —uno de los mayores traders independientes de energía del mundo, con sede en Suiza— no es nueva. Ambos grupos ya integran Phoenix Global Resources, compañía que ganó notoriedad por ser la primera en producir petróleo no convencional en Río Negro. Manzano controla el 6 por ciento de la petrolera a través de Andes Energía, mientras que el resto del capital está en manos de la firma suiza.
Raízen, la empresa que está analizando desprenderse de sus activos locales, nació como un joint venture entre Shell y el grupo brasileño Cosan. En 2018 tomó el control total de la marca Shell en la Argentina y, desde entonces, llevó adelante un ambicioso plan de inversiones para modernizar su refinería de Dock Sud, incluyendo un desembolso de US$715 millones para ampliar su capacidad y producir combustibles de bajo contenido de azufre.
De concretarse, la operación marcaría uno de los movimientos empresariales más relevantes del año y transformaría el mapa del mercado de combustibles. Si bien las negociaciones avanzan con discreción, fuentes del sector aseguran que las conversaciones están en una etapa decisiva.














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