Con la mira puesta en la descarbonización del transporte, el Parque Tecnológico Itaipú Paraguay puso en marcha una unidad piloto para producir hidrógeno verde a partir de la energía excedente de la represa binacional. La apuesta busca transformar una parte de los caudales hoy desaprovechados en un insumo limpio para la movilidad y la industria, y abrir la puerta a un nuevo mercado energético.
El impulso técnico proviene de un estudio del PTI-PY que cuantificó el potencial del país para generar H2 usando la energía “vertida turbinable” de Itaipú. Solo en 2023, ese recurso no aprovechado equivalió a una capacidad estimada de 1.000 millones de metros cúbicos normales de hidrógeno verde. En términos de política energética, la cifra dibuja un horizonte: un vector sin emisiones directas de gases de efecto invernadero que puede almacenarse, transportarse y emplearse como combustible para uso automotriz o como insumo para derivados.
Víctor Rivarola, responsable del proyecto, explicó que el estudio no solo confirma un gran potencial, sino que ofrece un camino concreto para aprovecharlo. “Aunque la energía vertida no es constante, los resultados sugieren que Paraguay tiene el potencial para convertirse en un actor con bajas emisiones de carbono y contribuir a la descarbonización de diversos sectores”, señaló.
Rivarola agregó: “Este tipo de iniciativas no solo permiten diversificar la matriz energética, sino también reducir la dependencia de hidrocarburos y posicionar al país en un mercado global que está en plena expansión”, indicó.
En el frente operativo, el ingeniero detalló que el piloto se basa en electrolizadores de membrana de intercambio de aniones (AEM), con una capacidad inicial de 2 Nm³ por hora y una eficiencia de 3,54 kWh/Nm³. “La idea es validar tecnologías en condiciones locales y demostrar que es posible transformar energía limpia en un combustible aplicable al transporte y la industria”, apuntó.
El especialista también subrayó que “el H2 como vector energético, permite almacenar y transportar energía de forma eficiente. Una de sus principales ventajas es su capacidad para captar los excedentes de producción, algo clave en sistemas donde la oferta supera la demanda en determinados momentos”, explicó.
El interés no se limita al sector público. Desde el ámbito privado, James Spalding, presidente de Atome Paraguay, adelantó que la empresa proyecta una planta para producir fertilizantes destinados principalmente a países de la región. Según sus estimaciones, esa operación podría generar hasta USD 130 millones anuales, una señal de que el ecosistema del hidrógeno también puede traccionar cadenas de valor exportadoras y capacidades técnicas.
El próximo paso concreto será medir desempeño y costos de producción en condiciones reales. Ese resultado permitirá definir escalas y usos prioritarios, desde el suministro de flotas de buses y camiones hasta aplicaciones industriales, y ordenar una hoja de ruta para que el hidrógeno verde se consolide como combustible de la transición en Paraguay.
0 comentarios