Luego de semanas de denuncias sobre fallas mecánicas en vehículos, transportistas de Bolivia decidieron enviar muestras de gasolina a laboratorios en el exterior para verificar su calidad. Según comunicaron en redes sociales, el combustible que se comercializa en el país estaría generando daños en motores y sistemas de inyección debido a un presunto exceso de etanol.
Limbert Tancara, representante de la Asociación de Transporte Libre de La Paz, señaló en la cuenta oficial de la organización: “Hemos coordinado con empresas en Argentina y Perú para realizar pruebas técnicas independientes. No confiamos en los informes locales y necesitamos una certificación internacional que aclare la situación”.
En tanto, el Colegio de Ingenieros Mecánicos de Santa Cruz también alertó públicamente sobre el problema. A través de su perfil institucional, su presidente, Miguel Bonilla, aseguró: “El 60% de los vehículos que llegan a los talleres presenta fallas directamente vinculadas a la gasolina, tanto en la versión especial como en la premium”.
La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) respondió en su cuenta de X (antes Twitter) negando estas acusaciones. “Nuestros combustibles cumplen con los estándares de calidad vigentes y pasan por filtros de control en todas sus etapas. Recomendamos a la población no adquirir gasolina de revendedores”, expresó la empresa.
Asimismo, desde la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) reforzó el mensaje oficial y en su canal institucional afirmó: “No hemos recibido reclamos formales. Todos los procesos, desde la importación hasta la comercialización, cuentan con trazabilidad y certificaciones de calidad”. Sin embargo, las quejas de transportistas y mecánicos ya se replican en distintos departamentos del país.
Cabe recordar que el país depende en gran medida de las importaciones: compra el 90% del diésel y el 56% de la gasolina que consume, que son vendidos a precios subsidiados. Según datos publicados por YPFB, en 2024 se destinaron 3.349 millones de dólares a la importación de combustibles, cifra que se triplicó en la última década.
Para el sector empresarial de la región, la situación refleja los riesgos que enfrenta Bolivia y otros países con fuerte dependencia de combustibles importados y con sistemas de subsidios.
La Confederación de Choferes de Bolivia advirtió en redes: “El Gobierno concluye su gestión sin dar soluciones a la falta de dólares, al desabastecimiento de combustibles y a la escalada de precios. Nos preparamos para medidas de presión”. En ese marco, líderes del transporte pesado de Santa Cruz anunciaron nuevas protestas y advirtieron que el conflicto podría escalar.
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