Gasoducto bioceánico Paraguay
Paraguay.
6 Oct, 2025
Visibilidad Delegación paraguaya busca consolidar apoyo regional para su proyecto insignia de integración gasífera
La iniciativa, comparada con un “Canal de Panamá del gas latinoamericano”, busca convertir al país en un articulador logístico para la articulación energética regional.

A fines de la semana pasada, en el encuentro de relevancia regional, organizado por la Organización Latinoamericana de Energía en Santiago de Chile, Paraguay presentó una ambiciosa propuesta para construir un gasoducto bioceánico que interconecte a los principales mercados de gas del Cono Sur. El proyecto fue expuesto por Julio Albertini, director de Hidrocarburos del Ministerio de Energía, quien subrayó su potencial para transformar el mapa energético regional y fortalecer la integración entre países productores y consumidores.

Albertini describió la iniciativa como un “Canal de Panamá del gas latinoamericano”, al destacar su capacidad para dinamizar el comercio y generar una red de transporte que vincularía el Atlántico y el Pacífico. “El gasoducto permitiría transportar gas desde Chile hasta São Paulo, o movilizar la producción del Chaco paraguayo hacia Brasil, el principal consumidor de energía de la región”, explicó durante su intervención en el encuentro.

La propuesta se apoyó en el contexto de expansión de las cuencas gasíferas del continente. Mientras Argentina avanza en el desarrollo de Vaca Muerta, una de las mayores reservas de gas no convencional del mundo, Brasil continúa explotando su potencial del Presal. En ese escenario, Paraguay planteó su intención de convertirse en un articulador estratégico del flujo energético, asumiendo un rol de corredor logístico que complemente la producción de sus vecinos.

Albertini remarcó que el proyecto no pretendía posicionar a Paraguay como productor de hidrocarburos, sino como un facilitador de la interconexión regional. Acto seguido señaló que el país cuenta con ventajas geográficas y disponibilidad de recursos eléctricos para atraer inversiones complementarias en infraestructura energética.

El funcionario explicó que el diseño del gasoducto requiere una cooperación técnica y regulatoria entre los países involucrados, y adelantó que ya existían estudios avanzados en materia legal y de ingeniería inspirados en experiencias previas de Argentina, Chile y Brasil. “Se trata de una obra de largo plazo, pero con un impacto inmediato en la planificación energética regional”, apuntó.

Por su parte, el viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, también participó en las reuniones ministeriales del evento y reafirmó el compromiso del país con la integración gasífera. Como el mismo ya había adelantado a Surtidores Latam, en esta oportunidad, el ejecutivo expresó que “Paraguay se distingue por su condición de país con excedentes de energía disponibles y por su voluntad de convertirse en un hub de comercialización de electricidad y gas natural”. 

En ese sentido, instó a los ministros de Energía de la región, a la secretaría permanente de OLADE y a los organismos multilaterales a “trabajar de manera conjunta para concretar la tan anhelada integración energética”.

En el cierre de su intervención, Albertini sostuvo que proyectos de esta magnitud podrían convertir a Sudamérica en un actor energético global. “Latinoamérica será una nueva potencia mundial en producción de energía, alimentos y minerales críticos”, afirmó. Para Paraguay, añadió, significa pasar de ser un país consumidor a un nodo estratégico de distribución, con impactos positivos en empleo, desarrollo logístico e infraestructura.

 

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