El precio promedio nacional de la gasolina regular en México se situó en $23.63 pesos por litro al 6 de octubre, mostrando una disminución de apenas $0.01 respecto a la semana anterior, de acuerdo con datos de PetroIntelligence. El informe confirmó que el Pacto Voluntario de Precios, vigente desde febrero, continúa ejerciendo un efecto de contención sobre el valor de los combustibles, con un nivel de cumplimiento nacional del 93%, sin cambios frente a la semana previa.
A nivel regional, la variación fue heterogénea. Tamaulipas registró el mayor incremento semanal, con + $0.03 por litro, mientras que Quintana Roo mostró la baja más pronunciada, con una reducción de $0.12 por litro. Esta tendencia evidencia las diferencias entre mercados locales y la influencia de factores logísticos y de oferta en cada zona.
Desde el inicio del acuerdo, Tabasco se mantuvo como la única entidad que no tuvo reducciones de precios, acumulando incluso un aumento de $0.07 por litro frente al nivel vigente al comienzo del acuerdo. En el extremo opuesto, Zacatecas presenta la mayor disminución histórica, con –$0.83 por litro, consolidándose como el estado con la baja más significativa en todo el periodo.
Según expresaron desde PetroIntelligence a Surtidores Latam los precios considerados en el análisis excluyen valores “antiguos” o “atípicos”, definidos como aquellos que no cambiaron desde el 26 de febrero, cuando comenzaron a observarse los efectos iniciales del convenio. Esta depuración permite reflejar con mayor precisión el comportamiento real del mercado y la eficacia del pacto en la mayoría de las estaciones del país.
En cuanto al cumplimiento, la Ciudad de México, Hidalgo y Tamaulipas alcanzaron el 100%, lo que refleja un compromiso sostenido con la estabilidad del precio al consumidor. Sin embargo, Nayarit (67%), Baja California Sur (74%) y Quintana Roo (6%) figuran entre las entidades con los niveles más bajos de adhesión, lo que podría anticipar ajustes o medidas adicionales en la próxima etapa del programa.
Fuentes del sector señalaron que la renovación del acuerdo se espera en los próximos días, lo que confirmaría su rol como herramienta de política económica para moderar la inflación energética en un contexto global aún volátil. De concretarse, el nuevo periodo del pacto buscaría reforzar la cooperación entre autoridades y expendedores para mantener precios accesibles y competitivos.
En este sentido, el balance de la primera semana de octubre muestra que la estrategia de control voluntario de precios mantiene su eficacia general, aunque con desafíos persistentes en algunas regiones. La continuidad del acuerdo y su nivel de cumplimiento seguirán siendo indicadores para evaluar la estabilidad del mercado nacional de combustibles durante el último trimestre del año.
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