A partir del lunes próximo, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, a través del Viceministerio de Transporte, pondrá en funcionamiento los primeros buses eléctricos que circularán oficialmente en Asunción y San Lorenzo. La iniciativa representa un hito para el sistema de transporte público paraguayo y marca un paso concreto hacia la electromovilidad urbana.

Durante esta semana previa al lanzamiento, el Consorcio Arapoti, integrado por Ñanduti S.A. y Automotores Guaraní S.R.L, realiza relevamientos técnicos y operativos con el objetivo de ajustar horarios, recorridos y estrategias de carga de las unidades en función del tránsito real y de la demanda de pasajeros. El servicio operará exclusivamente con ascenso y descenso en paradas establecidas, buscando garantizar regularidad y seguridad en los trayectos.

Uno de los ejes centrales del proyecto es la infraestructura de carga que abastecerá a los nuevos buses eléctricos. Según explicó a Surtidores Latam la ingeniera industrial especialista en ambiente y seguridad, Lilian Nunes Salas, el enfoque adoptado para estas unidades es diferente al que se utiliza para autos o motos eléctricas.

“Debido a los requerimientos energéticos de los buses, las Estaciones de Servicio tradicionales no serán el lugar principal para la instalación de cargadores destinados a este sistema”, señaló la especialista, al referirse a la necesidad de contar con puntos de carga específicos, de mayor potencia y diseñados para flotas de transporte público.

No obstante, Nunes Salas aclaró que el impulso a la electromovilidad no se limita a los buses, sino que forma parte de una estrategia más amplia que apunta a fomentar el uso de vehículos y motos eléctricas en Paraguay, lo que inevitablemente demandará una red de cargadores accesible y distribuida en el territorio.

Asimismo, la licitación de los cargadores a través del Parque Tecnológico Itaipú, aún no se esclareció. Más allá del transporte público, el crecimiento del parque vehicular eléctrico plantea un desafío directo para las Estaciones de Servicio. El especialista Juan Esteban Domaniczky Lanik indicó a este medio que para el año 2035 Paraguay podría contar con entre 15.000 y 20.000 vehículos eléctricos e híbridos enchufables.

“Este crecimiento multiplicará la demanda de energía y requerirá que las estaciones incorporen cargadores de distintos niveles, para atender las necesidades de cada usuario”, advirtió. En ese escenario, las estaciones podrían reconvertirse progresivamente en espacios de abastecimiento energético multimodal, combinando combustibles tradicionales con electricidad.

A futuro, el transporte público eléctrico también impulsará la necesidad de infraestructura de carga de mayor potencia, especialmente en rutas, terminales y corredores estratégicos. Allí, las estaciones aparecen como actores clave para convertirse en nodos de carga rápida, capaces de abastecer tanto a flotas como a vehículos particulares.

En paralelo, Paraguay avanza en la instalación de una planta ensambladora de buses 100 por ciento eléctricos en el departamento de Alto Paraná. El proyecto, liderado por la empresa taiwanesa Mastertrans Co. Ltd., contempla una inversión que generará más de 2.600 empleos y apunta a abastecer al mercado local y exportar a la región.

Para el Gobierno, esta iniciativa se alinea con la Política Automotriz Nacional y con la estrategia de posicionar al país como proveedor de movilidad limpia dentro del Mercosur, fortaleciendo la cadena de valor asociada a la electromovilidad.

La reglamentación pendiente de la Ley de Movilidad Eléctrica será determinante para consolidar este proceso. Su correcta implementación permitirá otorgar incentivos, definir estándares técnicos y facilitar la participación de las Estaciones de Servicio en el ecosistema eléctrico.