El Paquete Económico 2026 volvió a poner en el centro de la discusión el futuro de Petróleos Mexicanos. En los documentos oficiales se muestra un refuerzo financiero que, en apariencia, debería apuntalar la operación de la petrolera.
Sin embargo, para el analista Ramses Pech, detrás de esas cifras se esconde un problema de fondo: la opacidad. “El presupuesto aparece consolidado, sin detallar qué se destinará a exploración, perforación, refinerías o mantenimiento. Esa forma de presentarlo nos impide saber si realmente se está invirtiendo donde se necesita”, explicó a Surtidores Latam.
Según Pech, el plan estratégico del Estado es ambicioso. Para 2030, Pemex debería disponer de un presupuesto anual de entre 750.000 y 800.000 millones de pesos si quiere cumplir las metas delineadas en la estrategia 2025 –2035. La cifra contrasta con los montos consignados en el proyecto 2026, que apenas alcanzan un nivel que obliga a “hacer hipótesis sobre la distribución real del gasto, en lugar de contar con información transparente y verificable”.
El especialista también advirtió que buena parte del refuerzo proviene de transferencias extraordinarias del Gobierno para cubrir amortizaciones de deuda. “Estos apoyos ayudan a reducir los pasivos en los estados financieros, pero no aparecen como gasto corriente y, en los hechos, enmascaran la verdadera situación operativa de la empresa. No podemos pensar que con ajustes contables se va a recuperar la producción”, señaló.
En ese sentido, Pech recordó que la producción de Pemex enfrenta una tendencia descendente en el número de pozos y en su productividad, mientras que las inversiones recientes no se tradujeron en incrementos proporcionales de extracción.
Alcanzar los 1.8 millones de barriles diarios hacia 2030, enfatizó, exigirá no solo mayores recursos sino también una gestión más eficiente. “Se necesitan aumentos sostenidos en perforación y rehabilitación de campos, junto con metas claras de avance que puedan ser auditadas públicamente”, apuntó.
El análisis de Pech coincide con el contexto financiero que rodea a la empresa. En los últimos días, el Gobierno mexicano anunció emisiones internacionales y operaciones de recompra de deuda para suavizar vencimientos y mejorar la liquidez de la petrolera. Para el especialista, estas maniobras muestran voluntad de respaldo, pero no resuelven el núcleo del problema. “Podrán refinanciar pasivos, pero sin un plan operativo claro y transparente, difícilmente se revertirá la decadencia productiva de Pemex”, sentenció.
Pech, concluyó mencionando que “si no se define con precisión dónde y cómo se aplicarán los recursos, no habrá garantía de que la petrolera logre cumplir con las metas que el propio Gobierno se ha impuesto para la próxima década”.
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