En la gestión diaria de una gasolinera, los retos no solo se centran en el cumplimiento normativo o en el control de inventarios. Para muchos administradores, la verdadera dificultad está en el manejo del personal. Así lo afirmó Javier Vargas Becerra, gerente de la Estación de Servicio La Frontera, quien en diálogo con Surtidores LATAM, consideró que este es el aspecto más complejo de la administración.
“El manejo del personal es el desafío más grande”, sostuvo Vargas Becerra. Explicó que el equipo debe estar preparado para atender a todo tipo de clientes y afrontar cualquier contingencia, tanto en el ámbito comercial como técnico. “Hay que prepararlo para que pueda atender cualquier tipo de cliente y esté listo ante cualquier tipo de situación dentro de la estación de servicio”, agregó.
El gerente destacó que uno de los factores que complica esta tarea es el perfil del personal operativo, que suele ser mano de obra semicalificada o no calificada. “Ese tipo de personal debe tener competencias que no se consiguen con facilidad en el mercado”, advirtió. Por ello, la capacitación constante se convierte en una necesidad para lograr una atención de calidad y un servicio eficiente.
Vargas Becerra remarcó que no solo se trata de formar al equipo, sino también de conservarlo y garantizar que desarrolle sus labores adecuadamente. “Es bastante complicado conservar o retener al personal, y al mismo tiempo asegurar que esté cumpliendo con su trabajo de la manera correcta”, reconoció.
El especialista mencionó que esta gestión del talento humano tiene un impacto directo en los resultados del negocio. “De ellos depende la gestión comercial y las ventas de combustible de las Estaciones de Servicio”, afirmó, explicando que una atención deficiente puede afectar no solo la satisfacción del cliente, sino también la rentabilidad del establecimiento.
Por ello, consideró que la administración de una estación de servicio requiere un liderazgo activo y cercano. Capacitar, motivar y supervisar de manera constante son tareas indispensables para garantizar un servicio de calidad. “No es suficiente tener personal disponible; se necesita personal comprometido y preparado”, comentó el gerente.
Finalmente, resaltó que, en un entorno cada vez más competitivo, la diferenciación está en las personas. La atención al cliente, la eficiencia operativa y la respuesta ante contingencias dependen, en última instancia, del equipo humano. “Las estaciones pueden tener buena infraestructura o tecnología, pero si no cuentan con un personal preparado, nada funciona como debería”, concluyó Vargas Becerra.
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