En un contexto global donde la transición energética se vislumbra como el camino hacia un futuro más sostenible, países como México enfrentan el desafío de desarrollar la infraestructura necesaria para hacer realidad esta visión. Sin embargo, ante este panorama, la Asociación para la Movilidad con Biocombustibles ha surgido con la misión de promover el uso de bioetanol en el sector transporte, la industria y los servicios a nivel nacional.
En conversación con Surtidores Latam, Galo Galeana, Director General de Biomovilidad expresó: «Estamos contentos porque tenemos en la mira tres proyectos que son fuente de oportunidad energética».
Uno de estos desarrollos, es un ingenio azucarero en San Rafael de Pucté, ubicado en la Ribera del Río Hondo, para buscar beneficios ambientales y económicos para la zona cañera de Quintana Roo. El mismo se alza como un pionero en esta iniciativa, con el potencial de convertirse en un modelo replicable para la producción de biocombustibles en la región sureste de México.
Cabe señalar que durante los últimos 18 a 20 meses, la Asociación ha estado en conversaciones continuas con las autoridades estatales y los productores locales para avanzar en la propuesta. Galeana explicó: «Les comentamos sobre los beneficios ambientales, sociales, económicos, y salud que puede otorgar un proyecto de esta naturaleza en la zona.»
El ingenio, con su capacidad existente y su disposición para expandirse hacia la producción de biocombustibles, se presenta como un activo invaluable para la región. «Se pueden destinar 15 mil hectáreas adicionales para sembrar caña de azúcar directamente enfocada al bioetanol, es decir, no habría ningún problema en cuanto a espacio”, sostuvo.
«Desde el punto de vista energético estamos hablando de 20-30 megas adicionales en una zona que los necesita, donde realmente se requiere y donde hemos tenido muchos problemas porque el suministro de gas natural no ha sido suficiente”, relató el experto.
Por otro lado Galeana subrayó que en México existe una oportunidad enorme para producir bioetanol a base de caña de azúcar, ya que actualmente existe un mal precio a nivel internacional porque se está saturando el mercado y se está consumiendo menos azúcar.
“Es una ventana hacia la descarbonización del transporte y la prevención del cambio climático. Es clave incluir los biocombustibles como alternativa y así disminuir la dependencia de los combustibles fósiles”, finalizó.
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