Perú.
11 Jul, 2025
Análisis. Calibración y confianza: el rol de los serafines en las Estaciones de Servicio
Su revisión periódica evita errores y protege tanto a consumidores como a los empresarios del sector.

En las Estaciones de Servicio, la venta precisa de combustible es fundamental para proteger tanto al consumidor como al empresario. Para asegurar que la cantidad que se despacha sea exacta, se utilizan instrumentos llamados serafines, que funcionan como patrones de medición.

Estos dispositivos se calibran periódicamente en laboratorios especializados para garantizar que midan con precisión volúmenes específicos, como 5 galones, y así evitar errores en la venta. 

Los recipientes calibrados, fabricados generalmente en acero inoxidable o aluminio, se utilizan como patrón para medir volúmenes de combustible, siendo los de 5 galones los más comunes en los Grifos y Estaciones de Servicio peruanas.

Su uso permite verificar que no existan errores en el despacho, tanto a favor como en contra del consumidor, lo cual resulta esencial en un sector donde cada mililitro cuenta. Asimismo, la función de estos dispositivos también se conecta con las auditorías internas o externas que los Grifos pueden enfrentar, ya que contar con serafines certificados y correctamente calibrados permite responder con evidencia técnica ante cualquier revisión de las autoridades.

La precisión en la medición no solo tiene implicancias económicas, sino también regulatorias. Los operadores de estaciones de servicio deben asegurarse de que sus equipos estén correctamente calibrados para evitar sanciones, reclamos o pérdidas. Y aquí es donde entra en juego la labor de los laboratorios de calibración, como Test & Control S.A.C., empresa especializada que trabaja de la mano con el sector minorista.

Rosa Mas Mas, gerenta comercial de la entidad, explicó a Surtidores LATAM que su empresa recibe constantemente serafines para verificar su exactitud. “Nosotros los calibramos para asegurarnos de que realmente midan esa cantidad. Luego, entregamos un certificado que valida la precisión del equipo”, detalló.

La especialista remarcó que este procedimiento es esencial para garantizar la calidad del servicio al cliente final. “Es como una garantía de que el combustible que paga el usuario es exactamente lo que recibe”, sostuvo.

Además, explicó que, durante la calibración, también se inspecciona el estado general del serafín, lo que permite detectar desgastes, abolladuras u otras irregularidades que puedan alterar la medición. “Si encontramos algún desgaste dentro del equipo o algo que no esté dentro de los estándares, recomendamos el cambio o, en todo caso, el mantenimiento”, concluyó Más Más.

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