El deslizamiento de tierra en el kilómetro 75 de la vía Panamericana, a la altura de Rosas en el departamento de Nariño, continúa perjudicando a los estacioneros de la región en sus ventas y utilidades.

Al respecto del tema, Sandra Cecilia Awakon Ramos, directora ejecutiva de la Asociación de Distribuidores de Gasolina y Otros Derivados del Petroleo-SODICOM, dialogó con Surtidores LATAM.

“Tanto para las Estaciones de Servicio como para el consumidor la afectación es total”, aseguró la referente. Asimismo, destacó que el combustible es un producto primario, que se usa no solo para la movilidad sino también en diferentes industrias y aseguró que no tenerlo paraliza el funcionamiento cotidiano.

“Los distribuidores no generan ingresos, sin embargo sus obligaciones laborales y fiscales no paran”, comentó Awakon Ramos. En ese sentido, indicó: “La única opción para solucionar este aspecto es declarar emergencia económica en las regiones afectadas, para poder dar plazos de pagos sobre las mismas”.

“Otra gran afectación que tenemos es que debido a que el transporte está llegando desde otra región, el costo de flete es más alto, se triplica. Estamos pidiendo que este sea asumido por el gobierno, ya que hoy lo paga el propietario de la gasolinera y el consumidor”, sostuvo.

Días atrás, desde la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos – Fendipetróleo, se pronunciaron acerca de la coyuntura actual en la región. “La situación actual en virtud del daño de la carretera Panamericana, es grave. Gran parte de las 635 Estaciones de Servicio se encuentran sin combustibles generando largas filas de conductores en las instalaciones esperando que llegue el producto para poder tanquear sus vehículo”, afirmaron.

“La solución rápida está en el arreglo inmediato de las vías y la creación de otras alternas. Urge que el gobierno amplíe el poliducto de Yumbo hacia Nariño evitando que a futuro no exista desabastecimiento en esta zona”, resumió Awakon Ramos.

Cabe recordar que se espera la llegada entre el domingo y lunes de una embarcación con 30.000 galones de combustible que zarpó desde Barranquilla y arribará al puerto de Tumaco, en tanto, el gas licuado de petróleo está siendo transportado en dos cisternas con capacidad de 27 toneladas cada una.