Durante el año pasado, el Gobierno del actual mandatario Gustavo Petro, tomó la decisión de aumentar los precios de la gasolina con la finalidad de reducir el déficit que generaron los subsidios en el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC).

El alza comenzó en el mes de septiembre en 200 pesos por galón y se mantuvo mensualmente finalizando diciembre con un total de 600 pesos. Siguiendo esa línea, meses atrás el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, admitió que durante este 2023 las subas continuarán.

A comienzos de este mes, la gasolina tuvo un incremento de $400 y el diesel $65. Al respecto, ofreció su opinión y conversó con Surtidores Latam, Johan Efraín Mejía Mejía, propietario y administrador de la Estación de Servicio Texaco Hayuelos de la ciudad de Bogotá.

“Lo primero que hay que tener en cuenta es que el precio de los combustibles en Colombia es uno de los más bajos de la región, lo cual es positivo”, admitió el empresario gasolinero.

Asimismo comentó que expertos en la materia comentan que si se mantienen los aumentos durante el 2023 se podría llegar a tener un costo del galón de gasolina corriente en alrededor de los 3 dólares. “Sería insostenible para una gran parte de la población”, afirmó.

Sin embargo el referente, sugirió: “Creo que desde el Gobierno se debería revisar este tema en conjunto con los agentes de la cadena de distribución de combustibles”.

“No sé qué tan prudente sea, por ejemplo, diferenciar el precio del Diesel que es el que se utiliza para el transporte de carga y de pasajeros con respecto a la gasolina corriente, que es la que utiliza la mayoría de la población”, dijo. En ese sentido explicó que esta situación crea una brecha que afecta principalmente la movilidad de las personas de más bajos recursos.

“Creo que se debería revisar la estructura de la fórmula con la que se establecen los precios de los combustibles, así como adaptar los regímenes acorde a la realidad de cada una de las regiones del país”, resumió Mejía Mejía.