En épocas festivas como Navidad y Año Nuevo, las Estaciones de Servicio continúan operando sin pausa, garantizando el abastecimiento en momentos clave para la movilidad. Mientras gran parte de la sociedad celebra, muchos trabajadores del sector minorista de combustibles cumplen turnos nocturnos. Frente a este escenario, surge una pregunta recurrente entre los estacioneros: ¿es necesario ofrecer algún incentivo especial al personal que trabaja durante estas fechas?
Para Esteban Puentes Méndez, consultor del sector, la respuesta es clara y va más allá de lo económico. “Sí, puede ser necesario, sobre todo en aras de tener un sentido humanístico”, sostuvo en diálogo con Surtidores LATAM. Según explicó, el trabajo en una gasolinera no se detiene ni el 24 ni el 31 de diciembre, y esa realidad exige empatía por parte de los empleadores hacia quienes resignan momentos familiares para cumplir con su labor.
Puentes Méndez remarcó que el reconocimiento no siempre debe traducirse en un bono o un pago adicional, sino también en gestos simples pero significativos. “Tenemos que entender que hay personas que en Nochebuena están trasnochando, cuando lo que quisieran es estar en su casa”, señaló, subrayando la importancia de acompañar emocionalmente a los trabajadores en esas jornadas especiales.
En ese sentido, el consultor comparte prácticas habituales en algunas estaciones que buscan generar un clima más cálido. “Al que está de turno de noche le traemos una semillita, algún dulce típico de la época, algo que le haga sentir ese calor de hogar”, comenta. Detalles que, aunque pequeños, refuerzan el sentido de pertenencia y valoración del equipo.
Otra de las iniciativas que destacó es la posibilidad de permitir breves visitas familiares durante los turnos festivos. “Ese día permitimos que la familia venga a darle un saludito cortico”, explicó Puentes Méndez, entendiendo que ese contacto puede marcar una diferencia emocional importante para quien está trabajando.
Incluso, en algunos casos, son los propios dueños o encargados quienes se acercan a la estación para compartir un momento con el personal. “Muchas veces los mismos estacioneros vienen un rato, comparten una pequeña cena”, relató, y remarcó que la presencia del empleador también funciona como un mensaje de cercanía y reconocimiento.
Desde una mirada de gestión, estas acciones tienen un impacto directo en el clima laboral. El consultor advierte que un trabajador que se siente comprendido y valorado responde con mayor compromiso y motivación, algo especialmente relevante en fechas donde la carga emocional es más alta.
Finalmente, concluyó que fomentar estos gestos no solo habla bien de la empresa, sino que fortalece la cultura interna del negocio. “En un sector que funciona los 365 días del año, construir vínculos humanos sólidos se convierte en una herramienta clave para retener talento y sostener equipos comprometidos, incluso en las noches en que la mayoría está celebrando en casa”, cerró Puentes Méndez














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