La Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (COMCE) y la Federación Nacional de Distribuidores de Petróleos (Fendipetróleo Nacional) expresaron su profunda preocupación frente al aumento de los actos violentos y terroristas que afectan regiones como el Valle del Cauca y el Cauca, comprometiendo no solo la vida de los ciudadanos, sino también el funcionamiento de un servicio público esencial: el suministro de combustibles líquidos.
En una declaración compartida con Surtidores LATAM, ambos gremios manifestaron su solidaridad con las comunidades afectadas por la violencia, subrayando que las Estaciones de Servicio enfrentan los mismos riesgos que los ciudadanos y operan en territorios muchas veces vulnerables, donde la presencia del Estado es débil o intermitente.
“Nos duele profundamente ver cómo la población civil, especialmente en las regiones, enfrenta amenazas que afectan su bienestar y desarrollo”, afirmó el presidente de COMCE, David Jiménez Mejía.
Según los voceros del sector, actualmente hay más de 6400 Estaciones de Servicio distribuidas en todo el país, las cuales generan cerca de 50.000 empleos directos. Estas instalaciones, además de garantizar el abastecimiento de combustibles, son pilares de la economía local y regional. La falta de seguridad en las zonas donde operan representa un obstáculo crítico para su funcionamiento y, por tanto, para la movilidad y el desarrollo económico de millones de colombianos.
El presidente de Fendipetróleo Nacional, Raúl Fragozo, también se pronunció con firmeza sobre la situación. Señaló que “es imperativo que el Gobierno Nacional se comprometa con la protección efectiva de todas las regiones del país, especialmente aquellas donde la infraestructura de abastecimiento es fundamental para garantizar la conectividad y el transporte”.
Desde COMCE y Fendipetróleo enfatizaron que la violencia en las regiones no solo impacta de forma directa a las comunidades afectadas, sino que tiene efectos sistémicos sobre servicios básicos. Las interrupciones en el suministro de combustibles pueden derivar en consecuencias para la seguridad alimentaria, la atención en salud, el transporte de mercancías y la actividad industrial, lo cual genera un efecto dominó en la estabilidad del país.
Ambos gremios hicieron un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para que prioricen la seguridad en su agenda, y adopten medidas concretas que aseguren la operatividad de las estaciones de servicio, muchas de las cuales se ven obligadas a cerrar o a limitar sus horarios por temor a ataques armados, extorsiones o bloqueos.
Asimismo, instaron a todas las partes involucradas en el conflicto a desescalar el lenguaje y cesar las acciones violentas, promoviendo en cambio el diálogo, la convivencia y la construcción de soluciones sostenibles. “Es fundamental trabajar en conjunto para construir un país en y con oportunidades para todos”, agregaron los gremios.
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