La incorporación de surtidores eléctricos en Estaciones de Servicio en Uruguay ya no es una tendencia incipiente, sino una necesidad concreta para quienes buscan mantenerse competitivos en un mercado en transformación. Aunque la movilidad avanza de forma progresiva en el país, lo que hoy marca la diferencia en el sector no es solo la adopción tecnológica, sino la capacidad de ofrecer carga eléctrica en puntos estratégicos, incluso en zonas donde la infraestructura presenta limitaciones.
En diálogo con Surtidores Uruguay, Agustín Labandera, responsable del Segmento Infraestructura y Canales de Distribución de ABB Uruguay, advirtió que uno de los principales obstáculos para sumar dispositivos de recarga es la disponibilidad de potencia en determinadas áreas del país.
“Muchas expendedoras están ubicadas en zonas rurales o en rutas donde, si bien la electrificación llega, no hay suficiente potencia disponible para instalar equipos de 120 kW sin realizar obras importantes”, explicó. Esas obras suelen implicar tiempos prolongados, mayores costos y coordinación compleja con las distribuidoras de energía.
Frente a este escenario, ABB trabaja en el desarrollo de un nuevo modelo de cargador de 50 kW con dos mangueras. Esta solución intermedia permite compartir la potencia entre dos vehículos o concentrarla en uno solo, facilitando la atención a múltiples usuarios sin exigir una infraestructura eléctrica de alta capacidad. Para los emblemas, representa una puerta de entrada viable al negocio de la carga eléctrica, sin depender de ampliaciones de redes costosas o lentas.
Otro dato técnico no menor es que en Uruguay, la mayoría de los vehículos eléctricos actualmente en circulación tienen una capacidad de carga que no supera los 60 kW. Por eso, incluso los cargadores de 120 kW que ya funcionan en la red pública, coordinada principalmente por UTE, están configurados para dividirse en dos mangueras de 60 kW cada una.
“La lógica es atender a más usuarios sin sobredimensionar la instalación. Y en ese sentido, el nuevo cargador de 50 kW cumple un rol estratégico”, destacó Labandera.
Actualmente, ya se instalaron más de 60 surtidores eléctricos en distintas ubicaciones del país, y se espera que la cifra supere los 90 en los próximos meses. ABB colabora estrechamente con UTE en la expansión de esta red, pero también participa en proyectos privados de carga eléctrica con actores del sector interesados en diversificar su oferta.
Asimismo, para los empresarios del rubro, esta evolución tecnológica abre una oportunidad clara. A diferencia del modelo tradicional, donde la carga de combustible es rápida y rotativa, la carga eléctrica implica que el cliente permanezca más tiempo en el lugar. Ese tiempo adicional puede convertirse en ingresos para las tiendas de conveniencia y otros servicios complementarios, generando un nuevo eje de rentabilidad.
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