El país azteca está impulsando la posibilidad de que se aumente la proporción del 5.8% de etanol en el combustible, intentando llegar al 10%. En base a esto, Mario Zamudio de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio expresó a Surtidores Latam: “Creemos que este momento es ideal para poder proyectar el biocombustible en el mercado”.
En paralelo, Marcelo Velazquez, Socio Director de la Consultora Energy for Sustainable Development y ex-miembro del Directorio de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos conversó con Surtidores Latam y explicó cómo se ha implementado el etanol en Bolivia.
“Los pilares fundamentales que han permitido una distribución del etanol fueron en primera instancia económicos. En nuestro país tenemos una fuerte carga por subsidios en los combustibles, tanto para la gasolina como para el diésel, estos valen aproximadamente medio dólar el litro, lo cual obviamente no es el precio real”, aclaró.
El mismo continuó: “A través de los años, esa carga cada vez fue más fuerte y por medio de la producción intensa de etanol nosotros hoy tenemos la posibilidad de generar economías a escalas y poder producir un biocombustible que pueda ser competitivo incluso con un carburante sostenido por el estado”.
Velazquez ha estado recientemente presente en el foro “Hacia el desarrollo de una industria nacional del bioetanol en México” realizado por la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria de la Cámara de Diputados y trabajando en conjunto con la Organización Biomovilidad.org
En base a este debate mexicano, el experto prosiguió: “Es necesario evaluar las capacidades que tiene cada país para poder alcanzar metas, una vez que entras a este mundo es muy importante considerar que potencial adicional se puede sacar del uso del etanol”.
Según Velazquez hay círculos virtuosos en muchas partes del ciclo productivo del bioetanol que rompen con el mito famoso de “comida vs combustible”, el cual sostiene que para generar un litro de etanol se debe desplazar el consumo del azúcar.
La cobertura a nivel nacional es del 82% en Bolivia, esto quiere decir que todo el eje troncal tiene un 100% de etanol en sus surtidores y su mezcla actualmente es del 12%, es por ello que el especialista fundamentó basándose en su experiencia: “En este caso de caña de azúcar nos permite un importante aprovechamiento de esta materia prima, no solo para hacer sustentable la parte industrial, sino también para poder eyectar energía eléctrica a nivel nacional”.
Además destacó que uno de los aspectos más importantes del biocombustible es la poca inversión para la comercialización y distribución que se necesitan, ya que las adecuaciones que deben hacer son mínimas.
“Se deben de tener tanques aptos para almacenaje, lo cual no requiere una mega impermeabilización. La distribución puede hacerse en los mismos camiones cisternas que se utilizan a diario y al momento de llevar el producto al consumidor final, es importante garantizar un funcionamiento óptimo de su vehículo, con información que brinde tranquilidad”, relató.
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