Petroperú evalúa solicitar prórroga hasta 2027
Perú.
23 Jun, 2025
Actualidad. Opinión: El conflicto en Medio Oriente no producirá cambios traumáticos en el precio del crudo y combustibles
César Gutiérrez Peña, expresidente de Petroperú y analista del sector energético, aseguró que ni la oferta global ni los mercados abiertos como Perú y Chile enfrentarán consecuencias graves.

*Por César Gutiérrez Peña.
La intervención militar conjunta entre Estados Unidos e Israel en Irán desató una serie de conjeturas respecto al comportamiento del precio del crudo y de los combustibles a nivel mundial. Esta preocupación se acentúa particularmente en aquellos países donde el precio no está regulado por el Estado. En Sudamérica, Perú y Chile destacan como referentes de mercados abiertos, al ser importadores netos tanto de petróleo crudo como de combustibles refinados como GLP, diésel (D2) y jet fuel (turbo).

Para realizar un análisis razonado de los posibles efectos del conflicto, es necesario considerar tres variables principales: la posibilidad de propagación del conflicto a otros países de la región, el impacto en la oferta internacional de petróleo iraní y la eventualidad de un bloqueo del Estrecho de Ormuz.

En primer lugar, no se observa una posibilidad real de que el conflicto se propague hacia otros países productores relevantes del Medio Oriente. Arabia Saudita, Irak, Qatar y Emiratos Árabes Unidos —todos ellos grandes exportadores de petróleo y gas— están alineados con la esfera de influencia estadounidense. Además, es poco probable que potencias como China o Rusia intervengan activamente, ya que enfrentan problemáticas propias: una guerra comercial en el caso de China y el conflicto en Ucrania para los rusos.

Respecto a la segunda variable, la afectación de la oferta iraní, hay que señalar que Irán exporta alrededor de 2,9 millones de barriles diarios, principalmente hacia China. Sin embargo, esta cuota puede ser rápidamente cubierta por otros actores como Rusia y Arabia Saudita. Además, la reciente alza del precio del crudo a 76 dólares por barril ya ha incorporado esta contingencia en su cotización, por lo que no se esperan nuevos sobresaltos derivados de esta causa.

La tercera variable, más reciente, es la amenaza de Irán de bloquear el Estrecho de Ormuz, por donde circula una parte importante del crudo global. Si bien esta acción podría generar una turbulencia en los mercados, sería de carácter transitorio. Desde un punto de vista militar, Irán no está en condiciones de sostener un cierre prolongado de esa vía estratégica.

Por tanto, no hay fundamentos sólidos para prever una escalada de precios que resulte traumática en los mercados abiertos de la región. La situación actual no se compara con escenarios de crisis previas con impactos estructurales en el mercado energético internacional.

Vale la pena recordar que, desde junio de 2023 hasta enero de 2025, el precio del crudo ha oscilado dentro de un rango de 70 a 80 dólares por barril. Incluso en enero de este año, el petróleo fluctuó entre 71 y 76 dólares sin que ocurrieran eventos catastróficos. Esto refuerza la idea de que, pese a las tensiones, el sistema ha mostrado capacidad de absorción y estabilidad.

Las condiciones actuales no justifican una alarma sobre un posible impacto severo en el precio de los combustibles en países como Perú y Chile. La experiencia reciente y el contexto geopolítico sugieren que los efectos del conflicto serán limitados y temporales.

*César Gutiérrez Peña, expresidente de Petroperú y analista del sector energético.

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