Desde la medianoche del viernes 1° de agosto comenzaron a regir nuevos precios en los combustibles en Costa Rica, luego de que el miércoles 30 de julio se publicará en el Diario Oficial la actualización del impuesto único a los combustibles, como parte del ajuste fiscal que se aplica cada trimestre. Este mecanismo de revisión periódica tiene un impacto directo en el precio final que pagan los consumidores en estaciones de servicio.
En esta ocasión, la medida se traduce en una ligera rebaja que, si bien es mínima en términos absolutos, representa un alivio para los conductores y sectores que dependen del transporte como herramienta esencial de trabajo.
En concreto, el litro de gasolina súper pasó de ₡669 a ₡666, es decir, una disminución de ₡3. La gasolina regular bajó ₡2, colocándose en ₡651 por litro, mientras que el diésel también experimentó una baja de ₡2 colones, quedando en ₡525.
Desde la Cámara de Empresarios del Combustible señalaron que este tipo de ajustes, aunque acotados, permiten visibilizar la influencia que tiene la carga tributaria sobre los precios que enfrentan los usuarios finales. El impuesto único, que es uno de los componentes más importantes en la estructura tarifaria, no solo impacta al consumidor directo, sino también a toda la cadena logística y productiva del país.
“Cada revisión trimestral del impuesto único genera expectativas tanto en el sector como en la ciudadanía. Aunque esta vez el ajuste fue a la baja y de manera leve, no deja de ser relevante para sectores sensibles al precio del combustible, como el transporte público, el agro o la pequeña empresa”, señalaron desde la Cámara en declaraciones recientes.
Para muchos consumidores, la magnitud del cambio puede parecer simbólica. Sin embargo, al evaluar el gasto en términos de llenado del auto, los efectos se vuelven más tangibles. Por ejemplo, llenar un tanque de 45 litros con gasolina súper costaba ₡30.105 y ahora cuesta ₡29.970, lo que representa una diferencia de ₡135 por carga. En el caso de la gasolina regular, el ahorro es de ₡90, al igual que con el diésel, que también permite reducir en ₡90 el costo por carga.
Más allá del impacto inmediato, desde el sector enfatizaron la importancia de mantener una política clara y transparente en materia de precios. “Los consumidores tienen derecho a saber cómo se componen las tarifas y qué factores influyen en su variación. Por eso, como Cámara acompañamos cada ajuste con información detallada y oportuna”, agregaron.
A pesar de tratarse de una disminución menor, el anuncio fue recibido con moderado optimismo, especialmente en un contexto económico donde cualquier reducción en los costos fijos representa un alivio.
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