El presidente de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú, Enrique Marcelo Loayza, analizó en diálogo con Surtidores LATAM el comportamiento de los precios de los combustibles y la realidad económica que atraviesa el sector, en un contexto marcado por la libre competencia y una rentabilidad cada vez más ajustada para los operadores.
Al referirse al tema de los precios, Loayza explicó que no todos los energéticos responden a la misma lógica. En el caso del gas natural, destacó su estabilidad a lo largo del tiempo. “El precio de la molécula, desde que empezó a venderse, mantiene un valor único y estable, independientemente de los cambios del mercado”, señaló, remarcando que las variaciones son mínimas y están asociadas principalmente a los costos de mantenimiento del ducto que transporta el gas desde Camisea.
Una realidad distinta, según el dirigente gremial, se observa en los combustibles líquidos. “En este caso, los precios flotan de acuerdo al valor internacional, porque el mercado en el Perú es libre”, explicó. Esta condición hace que los ajustes en los precios respondan directamente a factores externos, como la cotización internacional del petróleo y sus derivados.
El titular de AGESP también se refirió a las diferencias de precios que pueden encontrarse entre una estación de servicio y otra. De acuerdo con Loayza, estas variaciones no obedecen a una imposición centralizada, sino a decisiones propias de cada operador. “Depende de lo que cada estacionero quiera rentabilizar, de la inversión que realizó o del mercado que le sugiere un determinado precio”, afirmó, subrayando que el precio final es resultado de un esquema de libre competencia.
En ese escenario, el consumidor cumple un rol importante. Loayza destacó que hoy los clientes cuentan con múltiples alternativas para elegir dónde abastecerse. “El consumidor tiene muchas opciones, sobre todo en Lima, donde se concentra gran parte de la actividad económica y el mercado es altamente competitivo”, indicó, lo que obliga a las estaciones a ser más eficientes y atractivas.
Consultado sobre la rentabilidad del negocio, el presidente de AGESP fue claro al señalar que se trata de márgenes reducidos. “La rentabilidad no es porcentual, sino monetaria”, explicó, agregando que, aunque los precios suban o bajen, el ingreso por unidad vendida suele mantenerse relativamente constante.
Sin embargo, esa rentabilidad está fuertemente condicionada por los costos operativos. Loayza advirtió que operar una estación de servicio implica afrontar una serie de gastos crecientes, muchos de ellos vinculados al cumplimiento de las regulaciones estatales. “El Estado nos exige reportes, información y estándares que nos obligan a contratar servicios profesionales de terceros”, precisó.
Finalmente, el dirigente gremial sostuvo que estas exigencias regulatorias, si bien necesarias, terminan encareciendo la operación diaria de los Grifos. “Todo esto impacta en los costos y limita la posibilidad de mejorar la rentabilidad”, concluyó Loayza.












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