Las Estaciones de Servicio modernas ya no son meros puntos de carga de combustible. Con la creciente demanda de prácticas sostenibles y la búsqueda de espacios que aporten valor agregado, la arquitectura y el diseño han asumido un rol clave en su transformación.
En conversación con Surtidores Latam, Silvana Sangiovanni, arquitecta y Directora de Decontop, compartió su visión sobre cómo integrar sostenibilidad y funcionalidad en estos espacios, destacando su potencial como centros urbanos multifacéticos.
El diseño sostenible de un punto de carga, comienza con la selección adecuada del emplazamiento. Sangiovanni subrayó que la ubicación debe tener en cuenta tanto la trama urbana como las necesidades del transporte, asegurando distancias adecuadas entre expendedoras para no perjudicar la actividad comercial. Además, señaló la importancia de minimizar el impacto ambiental y social mediante accesos estratégicos que no afecten negativamente a la comunidad circundante.
Asimismo, la misma enfatizó que «un diseño eficiente permite diferenciar flujos de tráfico, como el de camiones y automóviles, maximizando la fluidez y funcionalidad del espacio», explicó. Esto puede integrar soluciones ecológicas como iluminación LED, paneles solares, reduciendo no solo el impacto ambiental, sino que también generando ahorros operativos significativos.
«El agua de lluvia de los techos puede ser recolectada y utilizada para cisternas o sanitarios. A su vez, en los lavados de vehículos, es importante usar detergentes biodegradables y sistemas de drenaje adecuados”, mencionó la especialista, apoyando a la economía circular.
En este sentido, Sangiovanni sostuvo la necesidad de implementar sistemas avanzados de gestión de residuos y protocolos para derrames de combustible, para cumplir con la normativa legal y evitar la contaminación.
Por otro lado, la experta destacó que el concepto de las Estaciones de Servicio ha evolucionado hacia la multifuncionalidad, ya que más allá del abastecimiento, los centros de carga comienzan a perfilarse como centros comerciales y de recreación. Según Sangiovanni, estos espacios podrían adoptar aún más servicios, como áreas de coworking, aprovechando los tiempos de espera durante la carga de vehículos eléctricos.
«Las estaciones ya son casi supermercados, pero podrían ir más allá: agregar espacios verdes, zonas para mascotas o áreas diseñadas para el trabajo y el ocio», relató. Es así que cada decisión puede ser una oportunidad para reducir el impacto ambiental, mejorar la experiencia del usuario y transformar estos negocios en auténticos centros de valor para la comunidad.
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