Para los empresarios de Estaciones de Servicio en Latinoamérica, la gestión de riesgos no es un asunto menor. La operación de estos establecimientos implica la manipulación de productos altamente inflamables, la exposición a condiciones climáticas adversas y, en muchos casos, la cercanía a zonas vulnerables.
En ese contexto, Guillermo Vélez Henao, especialista en seguridad operativa, recalcó a Surtidores LATAM que todo comienza con un protocolo: “Las Estaciones de Servicio deben tener un plan de contingencia, que es más amplio que un plan de emergencia”.
Según mencionó, este esquema no puede quedar en un documento archivado: debe ser conocido y practicado por todo el personal. “Deben capacitar a todos los empleados que tenga la gasolineras. Ellos ya deberían saber qué hacer, por ejemplo, si ocurre una inundación. Todo debe estar previsto según las vulnerabilidades de la zona”, explicó Vélez Henao.
Además, remarcó el papel fundamental que cumplen las entidades de evaluación y soporte técnico en este proceso. “En Colombia por ejemplo, HSQ es quien valora las condiciones en que está la Estación de Servicio, si está al lado de un río, si hay riesgos de deslizamientos o inundaciones. A partir de esa valoración se define cómo actuar ante una emergencia”, detalló.
Una recomendación clave para los empresarios es que el responsable de elaborar el plan también se encargue de formar directamente al personal operativo. “La persona debe dar capacitaciones a los trabajadores. Eso está entre los compromisos que deben tener sí quieren operar con tranquilidad”, remarcó.
“El plan tiene que cumplir con todos los parámetros estipulados. No es optativo: es parte del estándar de seguridad que toda estación debe garantizar”, advirtió Vélez Henao.
Por último puntualizó que el mensaje para el gremio es claro: estar preparados es una responsabilidad empresarial. Tener un plan de contingencia actualizado, adaptado al entorno y con personal capacitado, puede evitar pérdidas y, más importante aún, salvar vidas.
Para muchos empresarios del sector, la implementación de estos planes puede representar una inversión adicional, pero el especialista lo considera indispensable. “No es solo para cumplir una norma, es una herramienta vital para proteger vidas humanas, los activos del negocio y la reputación de la empresa”, concluyó Vélez Henao.
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