En Latinoamérica, la gestión de derrames de hidrocarburos en Estaciones de Servicio sigue siendo un desafío ambiental y económico. Estos incidentes, aunque pequeños en volumen, pueden tener graves consecuencias, desde la contaminación de suelos y cuerpos de agua hasta la afectación de las comunidades cercanas. Es por ello que Surtidores Latam, conversó con Gabriel Carlon, CEO de IMCAR & DISOL-ECO, quien comentó una alternativa efectiva para solucionar un problema muy común en el rubro de los combustibles.
DISOL-ECO es un producto que surgió de forma inesperada en 2017, como resultado de un accidente durante una investigación. Este remedio único, formulado a base de cítricos, aceite de coco, aceite de soja y otros aceites esenciales, ha demostrado ser altamente eficaz en la recuperación de superficies afectadas por petróleo. Según Carlon, «esta solución es totalmente orgánica, una mezcla de nanotecnología que nos permite romper la molécula del hidrocarburo».
Asimismo, uno de los aspectos más destacables de DISOL-ECO es su seguridad. Sus componentes son de grado alimenticio, lo que significa que son completamente inocuos, una característica crucial cuando se trata de manejar residuos peligrosos en áreas cercanas a comunidades y ecosistemas vulnerables.
“Uno de los casos más emblemáticos tuvo lugar en el Club de Yates de la Punta, en el Callao, Perú. Tras un derrame que había permanecido sin remediar durante un mes, nuestro producto fue aplicado bajo la supervisión de las autoridades ambientales locales. En solo 14 días, el agua afectada por el derrame fue completamente subsanada”, relató Carlon.
Un ejemplo particularmente relevante para los propietarios de gasolineras es el trabajo realizado en las instalaciones de Terpel en Panamá y Pemex en México. En estos casos, DISOL-ECO ha sido utilizado para limpiar derrames y prevenir la contaminación a gran escala. Carlon explicó que «una gota de hidrocarburo puede contaminar hasta diez mil litros de agua», lo que resalta la importancia de actuar rápidamente ante cualquier fuga.
Para las Estaciones de Servicio, esta solución no solo es una herramienta de remediación post-derrame, sino también una herramienta preventiva. IMCAR & DISOL-ECO ofrecen kits diseñados específicamente para expendedoras, que incluyen barreras y productos que se aplican después de la limpieza inicial. Estos elementos permiten que los vehículos que salen de la estación no propaguen el carburante a otras áreas, ya que el producto degrada automáticamente cualquier residuo en los neumáticos.
Adicionalmente, DISOL-ECO tiene la capacidad de potabilizar aguas contaminadas con hidrocarburos, algo que tradicionalmente ha sido un desafío en la industria. Esta innovación es especialmente relevante para puntos de expendio ubicados cerca de cuerpos de agua, donde el riesgo de contaminación es mayor.
“Creemos que esta tecnología puede marcar una diferencia real en la protección del medio ambiente y en la operación más segura y eficiente de las Estaciones de Servicio», sostuvo Carlon haciendo hincapié en que esta alternativa es ideal para aquellos que buscan una manera de proteger su inversión, cumplir con la normativa y preservar el entorno.
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