El directorio de ANCAP divulgó los números de la empresa durante los meses que mantuvo la refinería parada, explicando que el motivo fue que el componente operativo de la pérdida durante el primer trimestre, está basado en que la petrolera estatal viene pagando por sus importaciones valores por encima del estimado por el regulador y que el Poder Ejecutivo, con foco en el consumidor, viene fijando precios al público sistemáticamente menores a los calculados por URSEA.
Alejandro Stipanicic informó que si la refinería hubiera estado operativa, “el resultado de ANCAP hubiera reportado una ganancia de USD 57 millones para el primer trimestre”.
AHORRO POR DESCARGA EN JOSE IGNACIO
Durante una rueda de prensa, el jerarca explicó que durante el período de parada de la refinería y en virtud que ANCAP tuvo que importar producto para satisfacer el 100 por ciento de la demanda local “se dispuso una operativa especial de importaciones de gasoil descargado en la Terminal del Este diseñada para recibir petróleo a través de la boya en José Ignacio”.
Señaló que con esta metodología, “ANCAP ahorró USD 23 millones respecto de lo que estimó la URSEA. A pesar de ello, las importaciones mayormente de gasolina descargadas en las instalaciones habituales en La Teja, costaron USD 11 millones más caras”.
SUPERGÁS SUBSIDIO FOCALIZADO
Con respecto al costo del combustible, Stipanicic subrayó que entre 2021 y el presente, “la sociedad pagó USD 500 millones por debajo del precio de mercado, mientras que entre 2014 y 2020 debió afrontar un sobreprecio en los combustibles de USD 900 millones”.
Concluyó que el subsidio implícito al supergás se va transformando en un subsidio “focalizado”, mientras que para el resto de la demanda, presenta una brecha cada vez menor con la paridad de importación. De enero a mayo de 2024 el subsidio a cargo de ANCAP fue de USD 9,6 millones con alrededor de 700 mil garrafas entregadas.
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