En un escenario donde las distancias y los costos de logística aparentaban ser los principales responsables de las diferencias en los valores en los surtidores, la realidad actual revela un panorama mucho más complejo, emparentado directamente con las proyecciones de consumo.

Al respecto, Mariano Santillán, exdirector de Inspecciones y Seguridad de la Secretaría de Energía, arrojó luz sobre este tema en una conversación con surtidores.com.ar y desmanteló la noción convencional al señalar que, si bien durante mucho tiempo hubo acuerdos y políticas destinadas a mantener los importes, el precio de las naftas es libre. Pero, ¿qué factores influyen entonces en las brechas entre territorios del país?

Apuntó a dos conceptos clave. En primer lugar, destacó que el valor final al público en las Estaciones de Servicio se determina en función del consumo previsto. Es decir, no es lo mismo una expendedora en un pueblo remoto de Córdoba que en la Ciudad de Buenos Aires o el Gran Buenos Aires, donde el volumen es mucho mayor y la competencia también es significativa.

Este factor de demanda concentrada explica por qué es más económico cargar combustible en la CABA que en el interior del país, con brechas que pueden alcanzar los 150 a 220 pesos por litro, según Santillán.

Por ello, el analista brindó su postura acerca de las causas por las cuales se dan estas diferencias significativas incluso dentro del GBA. Por ejemplo, Estaciones de Servicio a menos de 5 kilómetros de distancia pueden tener una diferencia de hasta 93 pesos por litro.

¿Qué hay entonces detrás de estas variaciones dentro de la misma ciudad? Santillán señaló que las decisiones comerciales de las petroleras y de los expendedores juegan un papel importante. Por ejemplo, en el caso de la disparidad entre la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, el punto esencial de esta ecuación está directamente relacionada con los niveles de consumo.

Al referirse a los costos de transporte y flete del producto, relativizó la variable de los kilómetros recorridos por los camiones. Por el contrario, aseveró que las petroleras realizan sus cálculos midiendo gastos en relación a la cantidad de litros a vender, por lo cual, es más costoso un transporte destinado a una población baja que aquel que abastece a los establecimientos de las grandes urbes como Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

Santillán concluyó en que las brechas de precios de los combustibles en Argentina están determinadas por una combinación de variables, desde el nivel de demanda hasta las decisiones comerciales de las empresas, y van más allá de las distancias y la logística.