Ante la posibilidad de que en las bocas de expendio -de las localidades donde no esté expresamente impedido por ley- se haga realidad el sistema autoservicio, fuentes de la Comisión de Comercio y consumidores del recinto del Poder legislativo porteño confirmaron a surtidores.com.ar la presentación de una iniciativa por la cual se propone “prohibir en todo el territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el funcionamiento de surtidores en las Estaciones de Servicio que expendan combustibles líquidos y/o gas natural comprimido que sean operados por el propio consumidor o por personal ajeno a la dotación de las mismas”.

La intención redactada por el sindicalista y defensor del Pueblo Alejandro Amor, busca asegurar que todas las expendedoras existentes y las que se habiliten en el futuro, deberán estar atendidas por operarios especialmente capacitados en el rol de incendios y en la aplicación de las normas de seguridad para el expendio de combustible por surtidor.

El proyecto cuenta con el apoyo explícito del SOESGyPE, quien elevó una comunicación oficial el día en que fuera elevado el texto. En la carta de respaldo, el titular del gremio, Carlos Acuña dejó en claro que “esta ley protege a los más de 2 mil empleados del sector porque contribuye además a la capacitación y al cumplimiento de las normas de seguridad requeridas para esta actividad”.

En sus fundamentos, el autor de la iniciativa explicó que tanto el expendio de combustibles, como la manipulación de los dispositivos para su carga, son actividades que requieren cierta pericia y conocimientos de cuidados que el común de la ciudadanía no posee.

Amor destacó que los trabajadores que desempeñan sus tareas en las bocas de expendio de combustibles, tanto líquidos (naftas, gasoil) como gaseosos (GNC) reciben cursos permanentes acorde al nivel de peligrosidad que conlleva dicha actividad.

En ese sentido, advirtió que esta tarea no debe estar a cargo de los usuarios, ya que, ante un imprevisto podría generarse una situación de difícil resolución para una persona no entrenada y capacitada.

Por último, expresó que en momentos donde el empleo debe ser protegido especialmente, esta norma aporta previsibilidad a la estabilidad laboral de cientos de trabajadores y trabajadoras de la actividad.

Vale decir que si bien existe una ley nacional de 1983 que establece las normas de seguridad para el despacho de combustibles a nivel global, no hay una normativa local como sucede en la provincia de Buenos Aires, donde si está vigente la prohibición del autoservicio.