Recientemente la petrolera paraguaya estatal anunció la disminución del precio del diésel a 250 guaraníes en ambas variantes disponibles en las estaciones de Petropar. Esta medida se inscribe en una estrategia para aliviar los costos para los consumidores en un contexto de volatilidad económica y conflictos internacionales.
Vanessa Iribas, directora comercial de Petropar, reveló un descenso en las tarifas tanto de las naftas como de los tipos de diésel. Según detalló, la reciente adjudicación de una compra de combustible traerá un ahorro de 12 millones de dólares. El contrato fue otorgado a un holding de Qatar, una empresa que, aunque nueva en la venta de combustible al estado, ha cumplido con todos los requisitos documentales para concretar la operación.
Sin embargo, Iribas advirtió que ciertos obstáculos complican que estas reducciones se apliquen de manera inmediata. Entre los factores que mencionó destaca la bajante histórica del río Paraguay, que limita la posibilidad de realizar importaciones por vía fluvial y obliga a recurrir al transporte terrestre, un método más costoso.
La situación se vuelve aún más compleja en el contexto de la guerra en Medio Oriente. «El conflicto bélico podría influir en los precios del combustible internacional, haciendo difícil mantener las tarifas actuales por mucho tiempo», afirmó Miguel Bazán, presidente de la Cámara de Distribuidores de Combustibles del Paraguay (Cadipac).
Bazán también advirtió sobre las dificultades logísticas: “Estamos intentando estoquearnos con las pocas barcazas que logran navegar, pero la situación del río es cada vez más crítica”.
En este sentido, Cristian Montivero, experto en comercio internacional, subrayó a Surtidores Latam la vulnerabilidad que enfrenta la economía paraguaya debido a su dependencia del transporte fluvial. «El cierre de las vías navegables expone las limitaciones de la logística regional ante fenómenos climáticos extremos», explicó.
Cabe destacar que Paraguay importa cerca de 1.480 millones de litros de gasoil y 708 millones de nafta de Argentina, lo que convierte la crisis logística en un riesgo para la estabilidad de precios en el mercado local.
Con el agravamiento de la bajante del río y las tensiones geopolíticas, existe una creciente preocupación de que los precios del combustible sufran nuevos aumentos. “Así como están las cosas, no creo que los precios actuales del diésel puedan mantenerse por mucho tiempo”, reiteró Bazán.
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