El Gobierno de López Obrador ha cerrado aún la puerta a los subsidios aplicados a las gasolinas, aun así la Secretaría de Hacienda invirtió unos 400.000 millones de pesos en apoyos para contener el alza en los precios de los combustibles en 2022.

Por su parte, el fisco está tratando de recuperarse de ese costo fiscal cortando gradualmente los estímulos. Tal es así que, del 13 al 19 de mayo las autoridades mexicanas han vuelto a dejar en cero su ayuda a la gasolina Premium, mientras que en el diésel la misma bajará de 3,71% a 2,65%. El apoyo fiscal para la gasolina regular (menor a 91 octanos) será de 19,43%, cifra inferior al 21,65% de la semana pasada.

Los conductores están pagando actualmente 4,76 pesos en impuestos sobre el litro del combustible base. En el diésel la carga fiscal aumentó de 6,26 pesos a 6,33 pesos, mientras que el carburante Premium tiene una cuota de 4,99 pesos por litro, de acuerdo con las cifras dadas a conocer en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Según los datos, en marzo de 2022, con una inflación desbocada y precios internacionales del petróleo arriba de los 130 dólares por barril, el Gobierno de López Obrador renunció a cobrar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), para contener los precios de las gasolinas. 

El objetivo en ese entonces de la Administración central era evitar una mayor escalada de precios y una suba en los costos de los combustibles, lo que es conocido como gasolinazo. 

Es así, que a medida que la presión sobre los valores del crudo ha ido cediendo, Hacienda ha bajado los apoyos fiscales.

La mezcla mexicana se cotiza actualmente en 63 dólares por barril, una reducción significativa respecto a los más de 100 dólares en los que se vendía en mayo de 2022. 

El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, señaló que este año los subsidios se mantendrían en tanto el precio de la gasolina estuviese por encima de la cotización ancla, aunque ya avizoraba que los apoyos no serían tan dramáticos como el año pasado.