Tras el anuncio de la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez de modificar la forma en que se calcula el precio de la gasolina corriente en el país para contrarrestar el aumento que se ha presentado en los últimos meses, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla se mostró en contra de la medida.

Cabe recordar que tal como lo informó Surtidores LATAM, horas atrás, Vélez confirmó que ya se trabaja en la posibilidad de producir cambios, la propuesta incluía establecer tarifas diferenciales por ejemplo, a los consumidores que tienen motos.

“No puedo obligar a Ecopetrol a que venda combustibles por debajo de los precios internacionales, eso es ponerle control de precios a Ecopetrol, y no vamos a llegar a eso”, expresó Bonilla.

Al respecto, opinó Julio César Giraldo Ruiz, consultor de GNL-GNC-GLP y automóviles híbridos, eléctricos y vehículos a hidrógeno, quien describió qué aspectos involucra la estructura de costos para los combustibles.

En ese sentido manifestó: “Implica un porcentaje importante para el ingreso al productor (57,2%) que incluye no sólo el costo de la importación de una parte de esos combustibles que Ecopetrol debe importar sino la refinación del que produce”.

Asimismo, el especialista explicó que otro de los costos corresponde al transporte por poliducto, es decir el sistema para transportar los combustibles líquidos desde los lugares de producción hasta los lugares de almacenamiento y distribución.

Además, mencionó el gasto de la adición de alcohol a la gasolina, que se hace para mejorar la calidad de la gasolina y reducir la contaminación. En ese sentido, Giraldo Ruiz agregó que se contempla también un valor para el mantenimiento de la infraestructura, es decir, se tiene en cuenta lo que sale mantener en buen estado los poliductos y otras instalaciones utilizadas.

“El otro porcentaje importante son los impuestos (Nacionales, IVA al carbono y sobretasa) que son el 23%. Luego viene el almacenamiento (6%) y la distribución  8,4%) al mayorista y al minorista (donde están incluidos los márgenes respectivos, el transporte terrestre y el sistema de información de combustibles SICOM)”, sostuvo.

“En este punto ya va más del 94 % del costo por galón y aún hay que tener en cuenta los porcentajes de pérdidas por evaporación (0,4%), el transporte de los biocombustibles, el alcohol carburante (0,4%), así como la marcación química (0,1%) que se le debe realizar a los combustibles para evitar fraudes por contrabando”, resumió Giraldo Ruiz.