A partir de los aumentos de precios, en diciembre de 2023, el salario promedio de los trabajadores registrados permitía adquirir 735 litros de nafta, el valor más bajo desde comienzos de la década pasada.

Así lo explica un informe dado a conocer por la consultora Economía y Energía que conduce el especialista Nicolás Arceo, referido a las variables del actual contexto económico.

El relevamiento, indica que dicho proceso no se explica sólo por el aumento en el valor de los combustibles, que se encuentra todavía por debajo del promedio de la última década, sino por la aguda contracción que experimentaron los salarios reales a lo largo de los últimos años.

Asimismo, señala que las últimas subas de los combustibles marcaron una sensible desaceleración respecto a las verificadas en los meses previos y abaratándose en términos reales, dado el elevado ritmo de variación de los precios domésticos.

En este sentido, Arceo destaca que si bien los precios de los combustibles en el surtidor se recuperaron en términos reales respecto a los valores mínimos que habían alcanzado en el pasado mes de octubre, se encuentran en los niveles promedio verificados desde comienzos de la década pasada, pero por debajo de los máximos alcanzados desde mediados de 2011 hasta 2015 y en el primer semestre de 2019.

“Este proceso, en el marco de la actualización de la alícuota del ICL y CO2, supuso la imposibilidad de alcanzar el precio de paridad de exportación para el crudo local, más aún cuando se consolidó un Brent por encima de los 80 USD/bbl”, sostiene el especialista.